Bodega El Mirador

Calle Siete Revueltas, 4, 41970 Santiponce
Teléfono: 653 77 40 92

El Teatro Romano se sitúa a escasos metros del Conjunto Arqueológico de Itálica, dentro del actual casco urbano de Santiponce. El edificio de espectáculos se construyó apoyándose en el Cerro de San Antonio, emplazamiento en el que se han hallado las mejores piezas escultóricas de carácter religioso que se conservan de Itálica. Hasta antes de la pandemia, existía una visita guiada al Mirador del Teatro Romano y Colina de los Dioses (Cerro de San Antonio), mediante la cual se podían conocer los principales espacios documentados, destacando el edifico teatral y su evolución a lo largo del período romano. El Ayuntamiento de Santiponce está intentando poner en marcha de nuevo la visita al Teatro y al Museo Municipal Fernando Marmolejo. Este mirador del antiguo teatro romano, al que se accede desde un recodo de la calle Siete Revueltas, en un promontorio del casco urbano de Santiponce ajeno al perímetro del conjunto arqueológico. Junto a su entrada encontramos la Bodega El Mirador, un establecimiento especializado en comida casera que ha sido todo un descubrimiento para nosotros. Uno de esos tesoros escondidos, que no necesita publicidad porque goza de un boca a boca impagable. Lo cierto es que cuando encuentro sitios de este tipo, es inevitable contaros la experiencia para que también vosotros disfrutéis de lugares auténticos de nuestra provincia.

La crisis económica española iniciada en 2008 y concluida en el año 2014, estuvo enmarcada en el contexto de una crisis económico-financiera mundial y fuertemente influida por el ajuste de la industria de la construcción tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Ese fue un punto de inflexión para José Manuel García, un administrativo de Santiponce que por aquellos años intentaba en vano encontrar trabajo, entregando currículums en empresas de su sector. Al no recibir respuesta, tomó la decisión de montar su propio negocio, convirtiendo la antigua vaquería de sus abuelos en una bodeguita/bar. Situada en lo que los santiponceños llamaban el Corral del Conde, la vaquería se convirtió, después de una gran obra, en la actual Bodega el Mirador. José Manuel y su pareja Rosa, se pusieron al frente del negocio con una oferta en la que destacan unos extraordinarios guisos que suelen tener fuera de carta. Dice José Manuel, que fue su padre José García Castillo el que le enseño a cocinar. José fue un famoso escaparatista de altares en las previas del Corpus, en la calle Puente y Pellón, además de vestidor durante años de Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Santiponce. Esa pasión por el Nazareno y por su Virgen del Rosario, se la ha trasmitido a su hijo, algo que podemos comprobar en gran parte de la decoración de esta bonita bodega.

Al entrar os sacudirá todo el simbolismo sevillano en su más puro estado. Una decoración iconográfica, que crea un espacio entre lo profano y lo sagrado, con un altar dedicado a la Patrona de Santiponce, santos, ángeles y querubines. Uno de esos sitios que la gente de fuera llama cofrade, pero que en realidad no deja de ser de “inspiración sevillana”. Es como entrar en una galería llena cuadros y otros elementos como cabezas de toro, cartelería antigua, mantones de Manila, abanicos o fotos taurinas. Mobiliario clásico, techos con vigas de madera y una bonita chimenea encendida al fondo del salón principal, el lugar donde se reservan y custodian las cosas sacras, lo sagrado. Un espacio con una barra de madera atestada de utensilios, delante de la cocina. Seguidamente encontramos un bonito patio con un limonero, que separa esta zona de otro salón al fondo, más moderno, que se llena los fines de semana. Los días de sol la fachada se ordena con veladores para disfrutar al aire libre. Un sitio de aspecto rústico, cálido y acogedor, que seguro os va a sorprender. Dice José Manuel que nunca ha necesitado publicidad para llenar su local. Y es que cuando las cosas se hacen bien, el reconocimiento suele llegar más pronto que tarde. La Bodega El Mirador se ha convertido en uno de esos tesoros escondidos de la provincia, perfecto para probar una cocina sencilla y rica, de esas que crean identidad.

La breve carta deja claro cuál es su intención en la cocina: un recetario clásico andaluz con platos de sabores excelsos. José Manuel desarrolla una cocina basada en un producto de cercanía y de calidad. Un espacio donde reina el equilibrio entre el ambiente especial de la bodega y una cocina de nuestra tierra. En su carta destacan la chacina del Real de la Jara, con especial atención a los guisos, como la carrillada o los mejores garbanzos con su pringá que me comido en mi vida. Los guisos van cambiando según el día. Para picar tenéis queso viejo o morcón ibérico 8,00€/15,00€, tomate aliñado 8,50€, ensalada de pimientos asados con atún 8,50€, patatas bravas 3,50€/7,00€, croquetas de puchero, cola de toro o de verdura con queso de cabra 7,90€/14,90€. Para comer, solomillo al whisky 9,90€/17,50€, lagarto ibérico 16,80€, solomillo ibérico (pieza) 17,30€, presa ibérica 18,00e, pollo frito 8,00€/15,00€ o plato Omaita (4 huevos fritos, solomillo, pimientos, chorizo y patatas) 18,50€. De postre, tocino de cielo, arroz con leche 3,80€, poleá o tartas de la casa 4,00€. Variedad en tintos, y por supuesto, Mosto del Aljarafe que traen de Bodegas Góngora.

Bodega el Mirador es una de esas apuestas ganadoras que esta pareja llevan mimando casi quince años. Ellos convirtieron esta antigua vaquería en un espacio secular que se llena cada fin de semana. Los recuerdos de sus paredes te cuentan decenas de historias: desde sus cuadros, hasta el mobiliario o el santoral, este espacio está lleno de elementos en los que tu mirada no sabrá dónde detenerse. Esencia andaluza que rinde homenaje a nuestras singularidades, a nuestra forma de entender la vida, de comer, en definitiva, al carácter sevillano. Sé que José Manuel no necesitaba que nadie le diera difusión a su negocio, pero no he podido evitar contaros donde disfrutar de un buen guiso, junto a una chimenea, en uno de los lugares más reservados y curiosos de Sevilla, al que incluso con GPS os va a costar llegar. Llevaros efectivo porque no tienen tarjeta. Tenéis que conocerlo.

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2 Comentarios

  1. José Algaba Moreno

    Maravilloso artículo y magnífica descripción del “cerro del conde ” Llamado así desde tiempos antiguos. Lo único que observo es el desconocimiento del gentilicio. Este es SANTIPONCEÑO y no poncino. Puesto de manifiesto en los estudios realizados y plasmado en dos libros del Doctor José Algaba: “Santiponce y los Santiponceño” y en el de “Santabus y Rumaykiya”.

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