Plaza del Arzobispo, 2, 41806 Umbrete
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Umbrete es conocida como la Ciudad del Mosto por la tradicional elaboración de este vino joven que se ha convertido en seña de identidad del pueblo. El origen de la actual villa se remonta a la época musulmana como floreciente alquería. Este hermoso pueblo del Aljarafe presume de ser villa arzobispal, porque en él veraneaban los clérigos de Sevilla. Muestra de ello lo encontramos en el palacio arzobispal, el edificio más importante de la localidad. Otro símbolo de Umbrete es el arco que une el palacio con la iglesia de Ntra. Sra. de Consolación, conocida popularmente como la Catedral del Aljarafe. Este arco es el rincón más pintoresco del pueblo y el más fotografiado. Pero si algo define a los umbreteños es su devoción rociera. La peregrinación a la aldea del Rocío se ha convertido en todo un acontecimiento local, llegando a ser la fiesta más esperada por sus vecinos. Y es que en este pueblo se mezcla el arte y la tradición para ofrecer un destino turístico señero. Para cubrir las necesidades gastronómicas de los muchos visitantes que se acercan a esta localidad, se acaba de poner en marcha, en la zona monumental de Umbrete, un acogedor espacio de nombre singular. Casa Zela es un apelativo hipocorístico que ha surgido de los diminutivos de los nombres propios de sus dos titulares, convirtiendo las abreviaciones de Zenobia y Laura en Zela.
Al frente de este secular establecimiento, encontramos a las hermanas Fernández, dos emprendedoras naturales de Aranjuez, que llevan casi 20 años en el Aljarafe sevillano. Zenobia es cantante profesional y ha trabajado en restaurantes de prestigio en Londres. Su reciente maternidad le ha llevado a un paréntesis en su carrera, por lo que ahora está con su hermana en esta aventura. Laura es una enamorada de la moda y el estilismo que comenzó a trabajar en la hostelería con 17 años para pagarse sus estudios. A pesar de su juventud ha conseguido poner en marcha un negocio propio con la supervisión de su padre Félix, un afable arancetano aficionado a la cocina, que a pesar de estar jubilado, está pendiente de que todo marche bien en Casa Zela. Estas jóvenes empresarias se estrenan como gerentes de su propio restaurante, pero hacía tiempo que tenían el proyecto de montar algo de estas características en su pueblo de adopción. Surgió la oportunidad cuando oyeron que el local de la plaza del Arzobispo estaba disponible. Un establecimiento fundado por Antonio Ruiz, más conocido como Antonio «el del Casino» en la década de los 30 del siglo XX. Sus nuevas propietarias han respetado todo su encanto. El edificio del antiguo Casino alberga una pequeña terraza con vistas a la iglesia de la Consolación, y luego dentro, hasta tres salones en los que se puede organizar celebraciones y eventos, más dos pequeños reservados con mucho atractivo, conservando esa estética de casa de pueblo, con unos comedores con aire de taberna solariega y tradicional, acorde con la comida. En el exterior disponen de una extraordinaria terraza con veladores.
Dice la web de Andalucía.org que “La cocina tradicional andaluza tiene rango de arte culinario autóctono. Y sus platos, heredados de generación en generación, son muy apreciados entre los paladares más exigentes”. Casa Zela apuesta por la cocina tradicional andaluza, con una presentación cuidada, en forma de tapas, medias y raciones. Recetas de toda la vida, con una carta que comienza con dos ensaladillas, la de la abuela Antonia 3,50€, y la de mejillones en escabeche 4,00€, patatas bravas o alioli 3,50€, salmorejo cordobés 4,00€, habitas baby con jamón 7,00€ o las papas aliñas estilo Sanlúcar 3,50€. Carnes y guisos como la presa ibérica 14,00€, solomillo ibérico 12,00€, solomillo de ternera de Ávila 22,00€, solomillo al whisky 4,50€, carrillada ibérica 4,00€, pollo en salsa 3,50€, cola de toro 4,50€, cachopo de cerdo con jamón 7,50€, nuestra hamburguesa 8,50€ o San Jacobo de la casa 6,00€. Pescados como la merluza de pincho a la romana o el salsa verde 18,00€, bacalao ajo-arriero 5,00€, pez espada 13,00€, chipirones plancha 4,50€, langostinos al ajillo 12,00€ o el pulpo a la gallega 5,00€. Fritos como al cazón en adobo 4,00€, taquitos de merluza 4,00€, croquetas y lagrimitas caseras 4,00€, chocos 4,00€ o alitas de pollo 4,00€. Huevos rotos Casa Zela, con cebolla caramelizada, queso y jamón 15,00€, bacalao dorado 14,00€ o la parrillada de verduras 12,00€. Arroces por encargo de pollo de corral, arroz campero de papá o la fideuá marinera 17,00€. Para cerrar, panes de la casa como el de presa con gorgonzola y mermelada de tomate 15,00€, el de atún con tartufata y albahaca 18,00€ o el de salmorejo con jamón y huevo 12,00€. Para acabar, los golosos pueden optar por tarta de zanahoria, galleta lotus, de limón o el coulant de chocolate 5,00€.
La gente valora, y cada día más, la tradición. Es importante que los más jóvenes defiendan los fundamentos de nuestra cocina. Casa Zela plasma en su carta los orígenes de una herencia gastronómica basada en las huellas y en las raíces de lo que servían nuestros antepasados. Lo que hemos conocido en Umbrete, yo suelo llamarlo cantina o taberna. Y es que este establecimiento recuerda las antiguas tabernas del Aljarafe. Tiene el encanto de esos locales de siempre pero, al mismo tiempo, es totalmente contemporáneo en su propuesta. Restaurante Casa Zela es un espacio acogedor, con una identidad propia y con un tapeo de calidad, que evoca esos añorados locales que han dado prestigio culinario al Aljarafe sevillano. Nuestra comida para tres personas, bebidas incluidas fue de 56,00€. Lo cierto es que en esa terraza se está de maravilla, tomando unas tapas con una cerveza bien fría, por un ticket medio de 20,00€ p/p. Estas dos hermanas lo tienen claro, con una buena base de tradición y con dosis extra de trabajo y cariño, pueden superar cualquier cosa que les venga. Gracias a Zenobia, Laura y Félix por su hospitalidad. Les deseamos toda la suerte del mundo en esta aventura.
