Brasería Barbarita. La esencia de Ovejas Negras en Nervión

Avenida Eduardo Dato, 49, 41018 Sevilla
Teléfono 955123456

La hostelería no es una ciencia exacta. Una veces se acierta y otras no tanto a la hora de poner en marcha un establecimiento hostelero, incluso teniendo detrás un enorme Grupo como Ovejas Negras Company. Una empresa que ha solventado con nota los tiempos de pandemia, pero que como todas, ha batallado entre la supervivencia y la renovación. Tras el éxito (y algún fracaso) de sus innumerables establecimientos abiertos en Sevilla, Ovejas Negras acaba de poner en marcha una brasería moderna en los bajos del Hotel Hesperia de Nervión. Hemos sido unos de los afortunados testigos de este estreno, que se abre en una esquina de la Avenida Eduardo Dato. Al entrar vemos uno de esos lugares trendy, con una preciosa barra cuadrada de azulejos verdes y blancos en el centro del local, mucha madera y muchas plantas, en un espacio donde la mejor cocina se alía con la decoración para ofrecerte una experiencia insuperable. Una puesta en escena maravillosa, con interiores de lo más inspiradores y platos que llaman la atención, tanto por el sabor como por la presentación. Barbarita es el diminutivo de Bárbara. Un nombre que hace referencia a las Naves de Santa Bárbara que están junto a los Jardines de la Buhaira y que llevan años abandonadas tras las instalaciones de Defensa en Eduardo Dato.

Sabemos que lo más importante de un restaurante es la comida que ofrece, pero si las instalaciones no acompañan con la calidad de los platos, los eventos no serian perfectos. En Brasería Barbarita encontramos una impecable simbiosis entre modernidad y clasicismo, en un espacio con una cuidada decoración protagonizada por un ambiente que invita a disfrutar de sus originales propuestas gastronómicas. Barbarita es un restaurante con carácter: exquisito y acogedor a la vez. Persevera Producciones ha creado en tiempo récord un local informal y moderno, con un interiorismo agradable y cálido que tiene una estética cuasi caribeña, con la utilización de cañas y telas estampadas en las paredes, sillas de ratán y madera de varios tipos, lámparas de diseño suspendidas y de distintos materiales como la cerámica, el cristal combinado con metal o una hermosa lámpara roja de flecos para la mesa central. Un estilo similar al de otros establecimientos del Grupo pero con sus toques particulares: en Barbarita priman las maderas incluso en los techos, los azulejos (en este caso con motivos selváticos) o un gran olivo marca de la casa, que acompañan a vajillas personalizadas que le dan un gusto elegante y cuidado. La luz es perfecta para crear pequeños ambientes más íntimo y reservados, con lámparas individuales para cada mesa. Eso da una percepción de intimidad, tranquilidad y lejanía de las demás mesas a los comensales. Fuera, una bonita terraza rodeada de plantas y grandes lámparas de bolas para la noche. Un lugar donde apetece estar.

En Barbarita no podemos dejar de destacar su extraordinario personal, comenzando por Jaime Bellido, su Jefe de Sala, que ya lo fue de Casa Ozama, y de mi buen amigo Alejandro Guerra Barragán, sumiller de profesión, que ha pasado a convertirse en el Encargado de Formación y Desarrollo del Grupo. La carta de vinos la ha diseñado el propio Alejandro. A través de los cristales de la cocina, se puede observar la enorme actividad en los fogones. Su chef Manuel Pabón es un experimentado profesional sevillano que inició su formación en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, de la Taberna del Alabardero. Su extensa andadura profesional lleva años unida al Grupo Ovejas Negras. Fue Jefe de cocina en Torres y García, establecimiento con el que consiguió el Bib Gourmand en 2018, y años después se convirtió en Chef ejecutivo de Casa Ozama. La propuesta de Manuel en Barbarita se basa en una cocina mediterránea creativa, con ingredientes de alta calidad, y donde toda la atención está dedicada al producto y a su sabor más auténtico. Los platos cocinados a la brasa son sin duda el punto fuerte de este restaurante. La gran atención en la selección de los ingredientes y la mucha experiencia en cocinar a la parrilla, son elementos claves que se aprecian a la hora de sentarse a su mesa.

Para arrancar tenéis las Anchoas de Santoña 00 con mantequilla de estragón 3,20 €, Empanada criolla 3,50 €, Pulguita de provolone y chorizo criollo a la parrilla 4,90 €, Sobrasada de cerdo ibérico al plomo con miel de romero 6,00 €, Torrezno ibérico 6,00 €, Vieira con curry de fruta de la pasión 11,00 € (algo caras) o el Brioche de steak tartar con caviar de arenque y yema untuosa 16,90 €. Entrantes como la Cecina de vaca del Valle de Esla con pan de pizza 18,00 €, Ensaladilla rusa de langostinos de Sanlúcar 5,50 €, Mejillones a las brasas con salsa de cabrillas 13,00 € o Huevos de granja, patata rota y sobrasada ibérica 11,00 €. También podéis encontrar ensaladas, verduras a la llama e incluso cuatro tipos de pizzas. Pero aquí las estrellas son las carnes con denominación de origen: Entraña de vaca Discarlux (200gr) 16,00 €, Mollejas de corazón de vacuno 14,00 €, Pluma de cerdo ibérico 100% bellota (250gr) 23,00 €, Chuleta, Tomahawk y Lomo bajo de vaca madurada o Paletilla de cordero (2 personas) 42,00 €. También encontramos pescados, como Corvina de Conil 16,00 €, Rodaballo de Guetaria 55,00 € o Lubina a la espalda 30,00€, para los menos dados a los placeres de la carne. No podemos dejar de mencionar sus postres, como el Lemon pie 6,50 €, Chocolate, dulce de leche, teja de café y leche merengada 6,50 €, Tiramisú 6,50 €, Melocotón a la parrilla con espuma de yogurt y sorbete de frambuesas 6,50 € o la Pizza de Nutella con frutos rojos (2 personas) 11,00 €. Interesante carta de cócteles. Nosotros probamos el exquisito Violet 9,00€. Una tentación en toda regla. Os dejo la carta completa.

El servicio es realmente destacable, profesional y súper atento. Los platos salen de la cocina con una perfecta cadencia. Podríais pensar de estamos ante otro de esos muchos restaurantes bonitos donde comer tapas y carne a parrilla, pero nada más lejos de la realidad. En Brasería Barbarita vais a encontrar una oferta de calidad que se diferencia de sus muchos parecidos, ofreciendo una cocina que selecciona las mejores materias primas del mercado para elaborar platos a los que ponen un merecido mimo, siguiendo técnicas tradicionales de brasa de carbón que confieren un sabor intenso y auténtico, manteniendo la esencia de la tradición. Disfrutar comiendo, sobre todo cuando sabes que además del sabor estás comiendo productos mucho más sanos al estar cocinados a la brasa. Cabría esperar que insistiendo tanto en la calidad del producto y el excelente servicio, el comensal se hallara ante unos precios sólo asequibles a los paladares (y bolsillos) más selectos, con raciones minúsculas. Y no es así. Nuestra cena para dos personas, bebidas incluidas, estuvo sobre los 80,00€. En definitiva, Brasería Barbarita es un lugar perfecto para disfrutar de las mejores cenas y comidas con nuestra pareja, familiares, amigos o compañeros de empresa, en estas fechas de celebraciones. Lo cierto es que nos ha encantado. Gracias a Jaime y Alex por su hospitalidad. Tenéis que conocerlo.