Bodega la Perdiz

Calle Maestro Granados, 1, 41808 Villanueva del Ariscal
Teléfono 625653187

Es tiempo de mosto. Y cada año por estas fechas me gusta hablaros de una de esas magnificas bodegas del Aljarafe que en esta época del año se reivindican como los mejores establecimientos para disfrutar de la gastronomía tradicional sevillana. El mosto es la seña de identidad del municipio de Villanueva del Ariscal. Un pueblo que históricamente ha estado vinculado al cultivo de la vid y a la producción vinícola en sus bodegas. La tradición y la cultura que giran en torno al mundo del vino han sido durante décadas el principal motor que ha impulsado la economía de la comarca. Y es que este municipio cuenta con numerosas bodegas y tabernas como Bodegas Góngora, Loreto, Hermanos Casera, El Melao, El Mellizo o Bodega La Perdiz, entre otros. En estos espacios se está recuperando, como atractivo turístico, la tradición de pisar la uva y tener sus propios lagares. Una hermosa costumbre ancestral que ahora, en los últimos tiempos, vuelve a estar de moda. En estas visitas a las bodegas, podéis conocer el proceso de maduración del mosto y hacer degustaciones gratuitas. Junto a todo este patrimonio enológico, las bodegas ofrecen cocina tradicional para acompañar el mosto con un buen guiso o alguna chacina de la sierra. La Bodega la Perdiz es productora de vino de larga tradición, y es conocida por su cocina tradicional y su mosto propio.

Estamos en uno de esos espacios típicos del Aljarafe que dispone de un buen número de bocoyes repletos de mosto. Desde 1992 están en este local de la calle Maestro Granados, pero Bodega la Perdiz venia anteriormente de otra ubicación también en Villanueva. Al frente del negocio están los hermanos Antonio y Manuel Muñiz, dos vinicultores y hosteleros que elaboran un mosto de cosecha propia de la variedad Garrido Fino, que se fermenta en bocoyes de castaño y roble americano pertenecientes a la prestigiosa bodega jerezana Páez y Hermanos, que le confieren al mosto características especiales. Un excelente y singular mosto, de color amarillo verdoso, ligeramente turbio, con intensos aromas florales. En boca es agradable, redondo y untuoso. Un espacio de aspecto rústico que mantiene el gusto por lo tradicional, con mesas y sillas provenzales que se distribuyen entre bocoyes, paredes con cartelería cofrade y rociera, fotos antiguas, cabezas de toros, una bonita chimenea de hierro, techos de losas de barro y una enorme barra donde es frecuente el tapeo de pie, y donde los numerosos clientes (sobre todo parroquianos) se acumulan en esta época desde primera hora. Al fondo del establecimiento disponen de una zona de trabajo, que se habilita con mesas para grandes grupos y donde encontramos la maquinaria de la almazara. Fuera, una amplia terraza que se abre en junio para disfrutar al fresco de los meses de verano.

El mosto y el vino dulce conviven con la cerveza fría para acompañar una pequeña carta de platos tradicionales de la gastronomía aljarafeña, que lo convierten en referente en la comarca y que maridan de forma excepcional con sus mostos de cosecha y elaboración propia. Entre ellos tenéis entrantes en media y ración de tomate aliñado 4,00€/6,00€, pimientos asados con melva 8,00€, plato de patatas fritas 4,00€ o patatas bravas 3,00€/4,50€, además de caña de lomo, queso y chorizo ibérico 7,00€. Destacan los exquisitos garbanzos, la carne con tomate, la caldereta de lomo, el menudo y las espinacas con garbanzos 3,50€/9,00€. De su cocina sale pescaito frito como boquerones, calamares, acedias, taquitos de merluza o de bacalao, sin olvidar un sabroso pollo frito 3,00€/8,50€/14,00€. El variado de pescado para dos 18,00€ y para cuatro personas 24,00€. Carnes como el secreto o presa ibérica 15,00€, pechuga de pollo 8,50€, montadito de lomo, pinchito de pollo y hamburguesa 3,00€. Productos de buena calidad y precios muy razonables. Nuestra comida para tres personas fue de 56,90€.

La gente de la capital sigue subiendo en este tiempo de frío al Aljarafe buscando el mosto del año. Una tradición que continúa viva y que en bodegas como la Perdiz no se va a perder, porque al que le gusta el mosto prefiere tomarlo en estos establecimientos, siempre acompañado de recetas clásicas, sin modernidades y usando buenos productos frescos, a los que dedican el tiempo de cocinado necesario para obtener los sabores de siempre. La familia Muñiz bien merece el reconocimiento de los sevillanos por mantener viva unas de las mayores e importantes tradiciones que dieron sustento a tantas familias del Aljarafe que trabajaban en torno a la vendimia. Las botas llenan de solera este espacio en el que la viticultura se sigue entendiendo como una forma de vida heredada y reconvertida para llegar hasta nuestros días, homenajeando así la cultura del vino y al Aljarafe sevillano. No dejéis de conocerlo. Seguro que os va a gustar.

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