Suculento

Plaza Pintor Amalio García del Moral, 2, 41005 Sevilla
Teléfono: 854 64 44 30

La primera acepción que encontramos en el diccionario de la palabra Suculento es “Que es sabroso y sustancioso”. Creo que pocos adjetivos describen mejor la cocina de Carlos Ramos, uno de los socios de este local que se encarga de la cocina. Su compañero de aventuras es Rafael González, otro curtido hostelero que se embarca así en su propio negocio, después de haber trabajado durante años para empresarios del sector como Gonzalo Jurado de Tradevo, negocio que ocupó el espacio donde ahora se encuentra Suculento. Estamos en un coqueto restaurante que surge del sueño de dos profesionales amantes de la hostelería que nos traen hasta Nervión su particular versión de una cocina creativa y casera de lo más fresca, elaborada con los productos que le proporcionan a diario los comerciantes vecinos. Carlos Ramos estudió cocina en el instituto Atenea de Mairena del Aljarafe para luego irse al País Vasco donde tuvo ocasión de formarse junto Mikel Bermejo, del equipo de Karlos Arguiñano. En Sevilla ha trabajado en El Espigón o El Mercado de Enma, en Mairena. Rafael se encarga de las labores de sala y toma las decisiones sobre los maridajes de los platos y las compras de nuevos vinos, centrándose sobre todo en vinos de la tierra procedentes de pequeñas bodegas.

La decoración del establecimiento es completamente artesanal, hecha por ellos mismos con la ayuda de familia y amigos. Una escenografía llamativa, alegre, luminosa y acogedora, sensaciones que desprende este local en el que el uso de los tonos verdes, los motivos florares de las paredes, los suelos cerámicos de gres imitación madera y las plantas “suculentas” son las protagonistas, hasta en la fachada. Lo cierto es que las plantas no son demasiadas, pero sí suficientes como para introducir en cierto modo la naturaleza dentro del local, que es algo que siempre se agradece en un entorno urbano. Un poema sobre la amistad, escrito por un amigo común, preside la pared principal. Una docena de mesas, altas y bajas, están siempre listas para acoger a los degustadores más exigentes. El espacio esta bien iluminado y con mucha luz exterior, gracias a sus grandes ventanales. La barra de servicio está completamente reformada y detrás se abre una ventana a la cocina. En las mesas, manteles individuales de papel con el nombre del local y cubiertos metidos en servilletas de color marrón. La ausencia del clásico mantel de tela es un reflejo de su cocina, casera y natural. El ambiente es agradable y actual.

Poseedor de una formación y experiencia contrastada, Carlos Ramos se desenvuelve con total soltura entre la cocina creativa y la más tradicional, recuperando recetas, innovando y apostando por nuevas creaciones con mucho sabor, eso sí, siempre desde las premisas de calidad en la materia prima, la hechura justa, y unas presentaciones que hacen aun mas apetitosas las propuestas. Una carta reducida que se alimenta de productos locales, como el pescado del Mercado de las Palmeritas, carnes de Cárnicas Desiderio de Morón y verduras de un comercio de la zona. El pan lo traen de la Panadería Noval, del Tiro de Línea. Productos que se traducen en una carta donde hasta las recetas más sencillas tienen su propia identidad, como la gilda & gilda en dos formatos 4,90€. Esa mezcla perfecta entre la tradición y las nuevas formas de elaboración, se puede observar con algunas de sus especialidades, como la ensaladilla de langostinos 4,30€, la tortita mexicana de atún rojo 6,85€, el brioche de costilla ibérica 7,60€ o los buñuelos de bacalao con alioli 4,80€. Carnes al peso, como el solomillo de vaca glaseado o la presa ibérica, sin olvidar el extraordinario steak de vaca cebona con tuétano asado 19,80€. En cualquier caso, siempre es interesante consultar los fuera de carta, seguro que en cada ocasión habrá una interesante sorpresa: focaccia de sardina ahumada 4,10€, lentejas con setas y jamón 4,80€ o el lingote de cochinillo con migas pastor 8,60€. Como remate a una buena experiencia en la mesa, disponen de postres verdaderamente caseros, que aquí podéis probar en porciones más pequeñas de lo habitual: crème brûlée 3,85€, brownie de chocolate negro o blanco 3,90€ o la tarta de queso 3,85€. Os dejo la carta completa.

Si algo diferencia a Suculento, junto con su cocina, es la pequeña bodega que, con mimo y criterio, mantiene Rafael González. Como reputado hostelero que es, sabe de la importancia de ofrecer una carta de vinos equilibrada, a unos precios justos y con unas características de conservación óptimas. Nosotros probamos “Possible”, un agradable tinto (Syrah & Tempranillo) del Condado de Huelva. En definitiva, estos dos profesionales llegan pisando fuerte. Lo hacen con el convencimiento y la ilusión de llenar de frescura y sabor la gastronomía sevillana. Dos emprendedores que han apostado por poner en marcha un interesante proyecto en el que el buen servicio, la pasión por la cocina y la defensa del producto local y de proximidad, se convierten en los absolutos protagonistas. Un soplo de aire fresco para la zona de Nervión, uno de los distritos más concurridos y con más oferta gastronómica de Sevilla. Las nuevas tendencias en la demanda de la hostelería se pueden resumir en una frase “Con los ojos cerrados hay que saber donde se está por lo que se come”. Estos dos empresarios han conseguido en pocos meses crear su propia identidad, y eso solo es posible si se hacen muy bien las cosas. A nosotros nos ha encantado. Por eso volveremos seguro.

Compártelo en tus redes sociales

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.