Sabores del Almacenito

Calle Pino Piñonero, 11, 41016 Sevilla
Teléfono: 954 67 74 38

La Negrilla, Parque empresarial Royal, Polígono industrial Parsi, la Chaparrilla o Polígono El Pino, son algunos de los núcleos que conforman el parque industrial más grande de Sevilla y que se reparten entre Sevilla Este y el Canal del Bajo Guadalquivir. Una zona que alberga empresas de todo tipo: Fábricas, almacenes, constructoras, concesionarios de automóviles, suministros industriales, distribuidores de productos de alimentación, gasolineras… Todo tipo de actividad se puede encontrar en estos polígonos de Sevilla. Y es que es evidente que un polígono es un espacio urbano dispuesto para el trabajo. Y ciertamente lo es. Por eso en la mayoría de ellos, y pensando en dar servicio a los trabajadores que desarrollan a diario su actividad profesional, se han abierto bares, cafeterías y restaurantes, donde hacer un alto en la jornada o aprovechar para comer entre los turnos de mañana y tarde. Establecimientos abiertos también al público en general, y en los que sus propietarios se esmeran semana tras semana por ofrecer buenos menús adecuados siempre a las necesidades de sus clientes habituales. Y es que no hace falta estar en el centro para disfrutar de buen tapeo.

Y sino que se lo digan a Antonio Romero y Miguel Ángel Illescas, dos emprendedores que han convertido una nave industrial en centro de peregrinación de toda la “comidilla sibarita sevillana”. Sabores del Almacenito destaca por la comercialización de ibéricos selectos, quesos de alta calidad, conservas y todo tipo de productos gourmet, incluida una de las mejores bodegas de Andalucía con más de 600 referencias. El éxito de este establecimiento esta cimentado en el incesante trabajo que durante años han realizado estos dos socios y en la calidad de su propuesta. Lo primero que vemos al llegar es la fachada principal de ladrillo visto, con una terraza retranqueada. Nada más cruzar su puerta entras en un paraíso foodie. La nave de 600 m2 se ha transformado en un atractivo local postindustrial que conserva el espíritu de la nave original: sus techos altos y su disposición diáfana, optimizan los metros y dota al establecimiento de mayor flexibilidad e iluminación. Cabezas de animales disecadas y estanterías expositoras conviven en sus paredes. Barriles y mesas altas ordenadas con platos, servilletas y copas, dispuestas para los trabajadores que se acercan a partir de mediodía, cuando terminan la faena.

Sabores del Almacenito comenzó siendo solo tienda, pero por cortesía, a la gente que se acercaba a recoger su jamón, se les ponía una tapita mientras esperaban el corte. Un detalle para fidelizar a la clientela que terminó trasformando el negocio en una original abacería. Una vez digerido el golpe visual, toca centrarse en el gustativo. El género de sus estanterías es abrumador: Más de 50 tipos de quesos entre nacionales e internacionales, Jamón ibérico: trabajan con Capa Negra del Consorcio de Jabugo, Jamones Lazos y 959 ibérico, con selecciones privadas para el Almacenito. Conservas de gama alta como la Tarifeña, Herpac, platos preparados del Yantar de Pepe, callos con jamón o con garbanzos, cola de toro, ragout de venao, fabada, tomate frito de Tierra Palaciega con huevo cuajado, incluso caviar y ostras Gillardeau. Probablemente el establecimiento con más variedad de productos gourmet de categorías distintas de toda Sevilla. Y todo a precio de tienda. Cuestión aparte es su enorme bodega con más de 600 referencias, entre ellas champán francés, bebidas poco usuales como varios tipos de whisky japoneses, como el Hibiki, ron cubano, whisky Macallan, y vinos de todas las denominaciones: Riberas, Riojas, Toro, Priorat… todos los vinos de Bodegas Barón o un enorme catalogo del Marco de Jerez. Normalmente no hay sobrecoste en el precio de la botella, a no ser que cueste menos de 12,00€, entonces si queréis consumirlo in situ el descorche es de 3,50€.

Abiertos de lunes a viernes, Sabores del Almacenito no es ni un almacén ni una abacería al uso. Su originalidad y su catálogo lo hacen único para disfrutar de auténticos productazos. Pero para los que no podáis desplazaros al Polígono El Pino, tenéis una sucursal de este negocio en la calle Arfe 18. El Reloj de Arfe es un establecimiento que lleva abierto desde 1894 con lo que se considera la tienda de ultramarinos más antigua de la capital. Ahora que se acercan las fechas prenavideñas, estos negocios adquieren una dimensión especial que les hace duplicar el número de trabajadores para preparar los cientos de lotes navideños a medida que las empresas regalan a sus trabajadores. En definitiva, cualquier amante de los vinos puede pasar horas admirando sus botellas, y los amantes del buen comer se perderán felices entre conservas, quesos y jamones. Una magnífica y singular tienda degustación que no podéis dejar de conocer. Gracias a Miguel Ángel por su hospitalidad.

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