Restaurante Jacarandá

Plaza de la Constitución, 21220 Higuera de la Sierra, Huelva
Teléfono: 665 46 87 80

Higuera de la Sierra es un hermoso municipio de la provincia de Huelva, ubicado al nordeste de la provincia, dentro del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. En 2003 fue catalogado como Conjunto Histórico Artístico y su iglesia declarada Bien de Interés Cultural. También son de gran interés los bellísimos lavaderos del pueblo y su plaza de toros, un bello coso construido en el año 1888 en el corazón del barrio del Señor. La dehesa que rodea el pueblo es un espacio perfecto para disfrutar del senderismo y la naturaleza, a través de los diferentes caminos que nacen desde el pueblo adentrándose entre castañares, encinas y alcornoques. Callejuelas de casas encaladas y bellos caseríos donde pacen los caballos, en un pueblo de postal, que a pesar de pertenecer a Huelva, está más cerca de la Capital Hispalense que muchos municipios de la propia provincia. En una hora podéis estar disfrutando de sus tesoros gastronómicos, de su interesante historia o de la sencillez de su gente. En cuanto a la gastronomía, la localidad cuenta con una industria chacinera, cuyos productos, chorizos, salchichones y morcillas, aliñados manualmente por las «mondongueras», constituyen la base de la comida higuereña. Sin olvidar los jamones ibéricos de bellota, producto que comercializan los secaderos locales. En vuestro paseo no puede faltar la visita a las centenarias destilerías Martes Santo, que se ubican en un edificio de Aníbal González, junto al Museo de la Cabalgata. En esta factoría higuereña se pueden degustar y adquirir anisados, licores y cremas, elaborados con el sistema casi extinguido de destilación en alambique de cobre alimentado con leña de encina y con una maceración de frutas naturales de la sierra.

Llega la primavera y el campo se llena de colores. El verde de la hierba deja paso a las flores de diferentes colores como amapolas, campanillas, lirios, etc. El campo rebosa agua después de las últimas lluvias. Es un estupendo momento para desplazarnos a Higuera de la Sierra y conocer de primera mano unos de los establecimientos más valorados de la provincia onubense, Jacarandá. Situado en el lugar que albergó en el pasado el famoso Casino de Higuera de la Sierra, Jacarandá es un espacio regentado por Isaac González, un chef que puso en marcha este proyecto hace 17 años con una pequeña carta de tapas. Entonces ponían desayunos, almuerzos y cenas, pero la falta de autonomía lo hizo cambiar de registro y perfilar un modelo de negocio diferente, invirtiendo en la compra del local, en su reforma y en su propia formación. El antiguo casino se convirtió así en un espacio con elegantes salones de decoración rústica, mesas perfectamente vestidas y ataviadas con centros de flores. Un salón principal con una confortable chimenea, sencillo y acogedor, refuerza la sensación de familiaridad que te traslada todo el equipo. Otro pequeño reservado con tres mesas y un tercer espacio junto a la barra, con mesas altas para un tapeo informal. Detrás, un patio andaluz, con sus macetas pintadas de azul. Suelo hidráulico, paredes encaladas de blanco roto y antiguas alacenas. Así se inició una nueva etapa en Jacarandá en la que la cocina lenta y el producto, se hicieron indispensables. Isaac comenzaba a tener claro su principal objetivo; lograr la conciencia plena para disfrutar a través de todos los sentidos. Sin prisas y con puro placer, esforzándose por ofrecer una cocina detalladamente elaborada. En sus fogones, la tradición e interpretación de la materia prima que otorga la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, son esenciales. Isaac toma nota, una por una, a cada mesa del salón, invitando a sus clientes a vivir una experiencia culinaria donde cada bocado es una manifestación de conciencia plena, disfrutando de la esencia pura de la gastronomía de la Sierra. Con un profundo respeto por la comida tradicional y una pasión por interpretarla de nuevas maneras, sus fogones brillan con diversidad. Aquí, los sabores tradicionales se entrelazan con toques y técnicas actuales, ofreciendo una travesía culinaria que sorprende a los comensales.

En la carta de Jacarandá lo importante son los sabores, los de verdad, los honestos, los cocinados a fuego lento y con esas reducciones que aportan todo lo que un buen paladar es capaz de disfrutar y que hace que esta visita sea única. Para sus creaciones, trabajan con proveedores locales, que le sirven para cambiar la carta en función del producto y la temporalidad del mismo, poniendo especial mimo en el emplatado y trabajando elaboraciones que en muchos casos tienen que ver con el cerdo ibérico, protagonista indiscutible de este local. Llevan años conquistando paladares con platos como el cochinillo asado crujiente 55,00€ (2pax), las sardinas marinadas con tartar de pimiento 15,50€, paté casero ibérico 9,90€, arroz cremoso de boletus 13,90€ o la exquisita crema de tomate 9,90€, propuestas que no pueden faltar jamás. También, cómo no, platos tradicionales como las ricas migas de patata 9,90€, típicas de la sierra de Aracena, arroz meloso de manitas 13,90€, croquetas de jamón 12,90€, secreto a baja temperatura 19,50€, revuelto de morcilla de arroz 12,90€, boletus confitados, huevos rotos con jamón 19,90€ o pisto tradicional 12,50€. Pero también las carrilleras de ibéricos con crema de zanahorias 19,00€ o las deliciosas castañetas ibéricas sobre parmentier de patata 18,00€. Para regar, cuentan con alrededor de 40 referencias de vinos. Nosotros tomamos Sitio de Valdehermoso. ¿De postre? Tocino de cielo con helado casero de vainilla, roscos de vino 5,00€ o el postre de queso de cabra con espuma de caramelo, galletita de chocolate crujiente salada y mermelada de naranja 5,50€. Nuestra comida para tres personas, con bebidas y dos postres, fue de 138,90€, un precio más que ajustado para el nivel de cocina y la atención que ofrecen.

Una velada tranquila, con buen servicio, un lugar para disfrutar en pareja o en familia, en plena Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Jacaranda no es sólo una parada obligatoria, sino un lugar al que tenéis que ir sí o sí para salir de los restaurantes de moda y los clones que pueblan la gastronomía de la Capital Hispalense, aunque nadie se moleste porque muchos de ellos siguen siendo interesantes. Pero este pequeño tesoro del que os hablo, es una de esas maravillosas sorpresas que te llevas de vez en cuando. Un restaurante que merece mucho la pena conocer, por un ticket medio muy competitivo, por su calidad en las elaboraciones y en el producto, y por su hospitalidad. Así que si tenéis en mente una excursión, no es necesario irse muy lejos para disfrutar de la naturaleza y el aire puro. Sevilla no tiene playa, pero lo compensa con altas dosis de montaña, ya sean de nuestra provincia o de comarcas aledañas como la hermosa Sierra de Aracena. Lo cierto es que hemos disfrutado mucho. Gracias a Isaac y todo su equipo por el cariño y la hospitalidad con la que nos han recibido. Volveremos seguro.

CocinaBodegaServicioAmbientePrecio
54555
Nota: Puntuación sobre 5 como valor máximo

 

Compártelo en tus redes sociales

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.