Restaurante Burravieja

Avenida Europa, 2, 41089 Montequinto, Sevilla
Teléfono: 645 54 10 94

Quinto, comúnmente denominado “Montequinto” es un distrito perteneciente al municipio de Dos Hermanas que se remonta a la época romana, siendo este núcleo «Quintus ab urbe lapide», es decir, la quinta milla o piedra milenaria desde Híspalis (actual Sevilla). Posteriormente, con la llegada de los árabes, aprovecharían las tierras fértiles construyendo alquerías que con el tiempo darían lugar a las haciendas características de la zona. El máximo exponente es la Hacienda de Quinto, edificación en la que se han encontrado restos romanos, visigodos, árabes y posteriores. Durante los siguientes siglos, estas tierras quinteñas fueron poseídas primero por la familia Ribera y posteriormente, en 1840, por la familia Ybarra. En la década de los 60, la finca rústica comenzó a edificarse en torno a la barriada inicial. Hoy en día, Montequinto destaca por su amplia oferta de servicios de todo tipo, haciendo del distrito un núcleo solvente que dota a sus vecinos de todas las facilidades necesarias. Es cierto que vamos poco por esta zona, sobre todo por la enorme distancia a mi lugar de residencia. Pero si por alguna razón nos enteramos de que hay un sitio interesante para tapear, solo nos queda coger el coche y comprobarlo en persona. Parada en Montequinto para conocer Burravieja, una empresa 100% familiar que en poco más de año y medio ha logrado una gran repercusión entre vecinos y clientes de toda la provincia.

Nos cuenta José que sus padres llevan en hostelería mas de 30 años compartiendo negocios con otros familiares. Pero en 2016 se tomó la decisión de poner en marcha una aventura en la que estuviera implicada toda la familia, los padres y los 3 hermanos. Restaurante Burravieja es el tercero de una trilogía de negocios que comenzaron con la famosa Taberna Bocanegra de Los Bermejales y posteriormente con el Asador Bocanegra en 2018. Los tres establecimientos tienen en los asados de carne a la piedra un nexo común, pero cada uno maneja una carta y un tipo de clientes. Los nombres Bocanegra o Burravieja no tienen nada que ver con modernidades. Son los motes de la familia en Villalba del Alcor (Huelva), de donde son originarios, aunque los hijos se criaron en Sevilla. Su forma de entender la hostelería es la de cocina de producto, con buena calidad y buen precio. Siendo el servicio algo innegociable en su modelo de negocio. El objetivo es que el cliente se sienta como en casa y cualquiera de sus restaurantes sean partes de sus vidas cotidianas o de sus eventos más importantes. Para ellos es imprescindible controlar la materia prima desde el origen y diariamente se encargan de la compra del producto en proveedores de la Lonja del Barranco (pescado) MercaSevilla (frutas y hortalizas) y Matadero (carnes). Esta familia apuesta por hacer bien las cosas, cuidando sus restaurantes con mucho cariño para intentar hacerlos mejor cada día.

En una de las rotondas que unen la Avenida de Montequinto con la de Europa, encontramos este local que ya a primera hora del mediodía tiene gente esperando mesa, mientras los camareros se afanan en servir a la legión de parroquianos de la enorme terraza a la que no le quedaba un sitio libre. Es importante que reservéis, pero solo para sentaros dentro, la terraza no reserva. Burravieja está ubicado en un espacio amplio para comodidad de una clientela fiel que les hace colgar el cartel de completo, sobre todo los fines de semana. Decorado de forma sencilla, con techos industriales de tubos galvanizados y placas de absorción de sonido, algo que se agradece, porque a pesar de estar lleno de cristaleras y a tope de clientes, el ruido es bastante soportable. Nada más entrar encontramos una barra de servicio con estanterías de luces amarillas, un expositor donde se muestran los pescados y las carnes adquiridos ese día en el mercado y mesas altas para un tapeo informal. Dentro, un salón con dibujos de ladrillos visto en las paredes, sillones corridos y lámparas de mimbre, dividido por pequeños muros de separación, creando reservados de mesas para dos y cuatro, con algunas mesas redondas para comer en grupo. Las grandes cristaleras inundan el espacio de luz natural, dejando ver la terraza. Explicado así, todo normal, pero cuando las mesas se ocupan al cien por cien y además hay clientes haciendo espera en la calle, entonces es cuando no tenemos más remedio que preguntarnos el motivo.

Burravieja es lo que se conoce como un «asador de barrio», es decir, un local frecuentado indistintamente por los que habitan en la zona o por amantes del buen yantar, que ofrece un producto de mercado de calidad y donde los precios se ajustan a lo que el cliente de la zona puede pagar. La correcta calidad de las carnes y del resto de los productos, la abundancia de las raciones y la bondad de sus precios, unos 25/30 euros pax, son las claves de que esta casa haya tenido el éxito que tiene. Su carta comienza con entrantes como las coquinas o las gambas al ajillo 12,00€, croquetas de carabineros y del puchero 3,50€/9,00€, papas bravas 3,50€/6,00€ o arrugas con mojo 6,00€. Platos fríos como la ensaladilla de langostinos o rusa 3,20€/6,00€, papas aliñas o pimientos asados con melva 3,20€/6,00€ o salmorejo con huevo y jamón 4,00€. Tablas de mechada con mojo y parmesano 9,00€ o la famosa piripi (solomillo, bacon, tomate y alioli) 9,00€, revueltos campero o de bacalao dorado 9,00€ y varios arroces como el caldoso de bogavante, con carrillada o con pato azulón 15,00€ pax. Pescados como los chocos fritos 4,00€/12,00€, adobo, taquitos de merluza 3,50€, puntillitas de Isla 14,00€, pijotas y acedias 10,00€ o atún y chipirón plancha 4,00€. Variedad en carnes como la presa y el secreto ibérico 4,00€, lagartito 3,80€ o pluma 3,80€. Pero donde realmente destacan es en sus carnes a la piedra: solomillo de ternera 18,00€, novillo argentino 18,00€, lomo bajo de vaca retinta 500gr 30,00€, chuletón de Ávila 35,00e o el chuletón de Retinto. 60,00€. Fuera de carta tenían ostras Gilladeau, lubina y dorada salvaje o un T-bone de un kilo, que terminamos en la mesa con una piedra de asar, por 70,00€. De postre, tarta de chocolate y de queso 3,80€, torrija brioche 6,00€ o coulant de chocolate 4,50€.

Son muchos los establecimientos que se han convertido en auténticos templos de la carne más allá de la capital. Desde un novillo argentino, a un entrecote o un contundente Tomahawk. La variedad del vacuno es una de las grandes señas de identidad de este restaurante. Entre otras opciones, se pueden encontrar vacas de procedencia dispar: desde Retinto de Cádiz o Vaca gallega, hasta Wagyu nacional. A los más carnívoros solo pensarlo se les hace la boca agua. La calidad de la materia prima y el conocimiento de cada pieza son los pilares sobre los que se sustentan gran parte de la oferta de este imprescindible local de Montequinto. No debéis renunciar a desplazaros algunos kilómetros para conocer sitios nuevos donde disfrutar de nuestra gastronomía. Burravieja bien merece el paseo. Gracias a José y a su equipo por la hospitalidad.

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