Casa Galbarro Abacería

Plaza del Altozano, 41010 Sevilla
Teléfono: 659 43 55 68

Una de las mejores experiencias gastronómicas que podemos vivir en la Capital Hispalense es conocer la cotidianidad de un día de faena en el Mercado de Triana. Un espacio en donde muchas de las relaciones comerciales se ven desplazadas por las correspondencias íntimas, la cercanía en el trato y la resistencia a la pérdida de un estilo de vida que nos muestra la calidez y valentía de estos vendedores de tradición. A través de la frenética actividad de este maravilloso zoco, nos adentramos en una visión directa del autentico pulso de la ciudad. Lo ideal es disfrutarlo como un espectador que se instala en las paradas sin ser visto y que puede, gracias a esta visión particular, apreciar la maravilla de su gente. La experiencia de comer en un mercado es algo único: materias primas frescas, cocina sencilla y variada y un ambientazo para los sentidos. Lo ideal es dejamos llevar por los colores, el ruido y el olor a pescado: el mercado nos vuelve más despreocupados, más atrevidos. De los restaurantes serios y formales pasamos así a modelos diferentes donde el público rompe con la rigidez de una sala y la seriedad que esta impone, un concepto alejado de la carta tradicional que obliga a elegir unos platos concretos. Cada cierto tiempo me gusta sumergirme en las entrañas de los mercados de nuestra ciudad, por eso cuando se pusieron en contacto conmigo para conocer esta pequeña abacería, no lo dudé ni un segundo.

La definición de abacería es la de “Tienda dedicada al expendio por menor de provisiones y vituallas, en general no perecederas”. Esa era su descripción habitual desde mediados del SXX hasta la actualidad, donde se han redefinido los conceptos y se han incorporado funciones que antes no tenían. Casa Galbarro es una abacería ubicada en el kiosco número 10 del Mercado del Altozano, que lleva poco más de un mes en funcionamiento. Esta es la primera aventura hostelera del empresario Juan Francisco Galbarro, un palaciego que reside en Triana pero que mantiene su empresa de carpintería metálica en Los Palacios. Juan Francisco se dedica al montaje de instalaciones hípicas, pero esta nueva incursión empresarial nace de la ilusión del sueño cumplido de este empresario por tener su propio negocio de hostelería, un rincón informal y acogedor en el que poder disfrutar de momentos agradables acompañado de buenos amigos, las mejores tapas y vinos. Para dar vida a este proyecto, Juan Francisco necesitaba alguien profesional que pudiera atender el negocio. La casualidad lo llevó a conocer a Ana Gamero, una sevillana que estudió hostelería en el centro de Formación Profesional de Ribamar y sumillería en la Taberna del Alabardero. Ana tiene una dilatada experiencia en el sector y eso se nota en su trato con el cliente.

Llegamos temprano para conocer el negocio con cierta tranquilidad. Su estética te cuenta enseguida cual es su oferta. Lo primero que llama la atención en Casa Galbarro son sus estanterías llenas de laterío y productos gourmet. La carta esta colmada de los clásicos de este tipo de locales: Chacinas ibéricas, quesos de calidad, gildas de atún 2,60€, mejillones… Conservas artesanales Laurel de Asturias, las alcachofas y los espárragos de Conservas Rufino, el tomate frito, la mermelada y el pisto de Tierra Palaciega, los extraordinarios quesos Manchegos, Idiazábal o Mahón de TGT 3,50€ o las chacinas que Ana compra en el puesto de charcutería de Alfredo, en el mismo mercado. Tapas como las alcachofas confitadas con mouse de oca y pan de especias de Manu jara 3,50€, la tosta de sardina anchoada con mermelada de tomate 3,00€, mojama y hueva de maruca 3,50€, el queso con torta de Inés Rosales y chocolate, banderillas de atún 2,00€, además de espinacas con garbanzos o rabo de toro de Gourmet Sabor, fabada asturiana, fabes con almejas, pimientos del piquillo rellenos de centollo, chorizos mini a la sidra… y todo regado con vinos de Martina Trader, De Sur a Norte, la Alquería de Pruna, con vinos por copa como Avaniel 3,00€, Pacheco, 3,00€, Bobalicón 2,50€, Iceni 3,00€, blancos como Prada 3,50€, Nékora 2,50€ Oropéndola 3,00€ o Generosos como Micaela oloroso 3,00€ y amontillado 3,50€, Mistela o Cream “el Gato” 2,50€, entre otros. Pero si por algo se diferencia Casa Galbarro de otros locales de similares características, es por su extenso y original programa de acciones para dinamizar el ambiente del establecimiento con eventos constantes y sorpresas: Tertulias sensoriales, catas, presentaciones de bodegas y todo tipo de tareas relacionadas con la gastronomía. La última ha sido una cata impartida por mi amigo Abel para la presentación del negocio.

Los mercados han sido desde la antigüedad centros de reunión y de convivencia donde los parroquianos podían acercarse a los alimentos, descubrir sabores, colores y texturas. El mercado es un concepto cultural y universal: bazares, zocos o mercadillos que podemos encontrar en muchos países de nuestro entorno. En España, el concepto de los mercados tradicionales lleva años abriéndose a nuevas tendencias y propuestas, dando paso a los denominados mercados gastronómicos, una nueva generación de mercados donde podemos degustar propuestas gourmet de la cocina española y exquisitas opciones gastronómicas de otros países. Dice Ana que “Su objetivo es que todos y cada uno de sus clientes salgan de Casa Galbarro deseando volver”. Esa es la filosofía de este nuevo espacio pensado para disfrutar con amigos de una interesante oferta de productos gastronómicos. Por eso les deseamos toda la suerte del mundo. Gracias a Juan Francisco y Ana, nuestra anfitriona, por su hospitalidad y simpatía. Tenéis que conocerlo.

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