Calle Virgen del Valle 4, 41011 Sevilla
Teléfono 653133812
El crecimiento del peso de las mujeres en el sector empresarial hostelero sevillano, tradicionalmente masculino, se refuerza cada año. Con el paso del tiempo, ha emergido en Sevilla una lista de mujeres empresarias que dirigen con solvencia los negocios que regentan. Es el caso de Carmen Deza Sotillo, una joven sevillana que lleva en la sangre el negocio hostelero y que acaba de poner en marcha una nueva aventura en pleno corazón de Los Remedios.
Fuimos el día de la inauguración y Carmen se movía de un lado a otro del local asumiendo múltiples funciones de sala con una aparente serenidad. Admiro la constancia y arrojo de estos jóvenes emprendedores hosteleros, pero a Carmen se le nota además que este mundo le emociona, y eso lo trasmite al cliente. Como ya sabemos Sevilla es un campo muy difícil, por eso es necesario ofrecer algo atractivo y distinto y al mismo tiempo saber conservarlo. Después de llevar al éxito a Princi-Pico, la agradable terraza del Parque de los Príncipes, Carmen apuesta por un bonito local en Los Remedios, decorado por Carmen Rodríguez de Hinojosa, una prestigiosa interiorista que ha hecho un magnífico trabajo.
El local ha sido completamente reformado cuidando al máximo cada detalle, con un resultado espectacular. Una decoración donde predomina la madera y las plantas que llenan techos y paredes. Toda una fantasía vegetal y natural con patrones de decoración tropical en las paredes para darle un toque más actual y fresco.
El establecimiento se distribuye en varios ambientes: Fuera una pequeña terraza con mesas para los días de calor, además se ha retranqueado la fachada para ganar una terraza cubierta con un buen número de mesas altas. Una vez dentro encontramos una preciosa barra para tapear repleta de copas que cuelgan de una enorme estructura metálica llena de botellas y un pasillo forrado en madera que deja la cocina a la vista y nos lleva a un bonito salón interior para comer con más tranquilidad.
La cocina está a cargo de José Antonio Pérez y Juan Eric Marchal, dos profesionales de los fogones que se afanaban la noche de la inauguración en configurar la flamante cocina para que los platos salieran sin retraso. Un poco de lio entre el personal de sala, algo que es perfectamente asumible un día tan complicado como ese. Carmen ha diseñado una carta sin florituras basada en buen producto, con una cocina fresca con toques exóticos en la que podéis encontrar una oferta variada con algún fuera de carta, sobre todo de pescado fresco. Tapas, medias y raciones con recetas como el tartar de covina y salmón 4,00€, ensaladilla de langostinos 2,80€, ceviche 4,20€, carpaccio de caballa 11,20€ o de pulpo 13,50€ o unas riquísimas papas botavino 3,50€.
Ensaladas como la de quinoa 7,90€, risotto de ortiguillas 4,20€, carrillada ibérica 3,00€ o riñonez al jerez 2,80€. Del mar encontramos un exquisito bacalao sobre tartar de tomate y ajoblanco de albahaca 3,50€, rosada en salsa verde 2,90€, dorada, lubina y pescados de temporada (preguntar). Fritos como el chipirón 2,90€, tacos de merluza de pincho rebozados con camarones 7,50€ o boquerones en adobo 2,50€. Gambas cocidas o plancha 23,00€, gambas al ajillo 11,50€, langostinos de Sanlúcar (12 pzas) 8,50€, zamburiñas por 2,50€ la tapa o almejas frescas por 16,00€ la ración.
Entre las carnes encontramos solomillo de cerdo con distintas salsas 2,80€ presa ibérica 3,50€, solomillo de ternera 20,00€ (200 gr), chuletitas de cordero lechal 19,00€, mollejas de cordero por 8,00€ la media o entrañas de ternera 6,00€. Revueltos como el de ortiguillas 12,50€ o el de camarones con pimientos asados 11,00€. Un dulce final con tartas caseras o coulant de chocolate entre 4,50€ y 5,00€. Podéis pedir una extensa variedad de chacinas, quesos y conservas gourmet. El resto de la carta tenéis que descubrirla vosotros.
Aparte de pulir algún pequeño detalle de sala y ajustar la carta al gusto del cliente, algo que se hace con el paso de los días, en Botavino no sólo todo está delicioso, además el local es cuco y acogedor, los camareros son agradables y Carmen es una gran anfitriona que se acerca a cada mesa a supervisar que todo vaya bien. Seguro que en muy poco tiempo se va a convertir en una estupenda alternativa para tapear en Los Remedios. ¡Ah! Para redondear vuestra cena, no olvidéis daros un homenaje con un buen gintonic o algunos de sus combinados. ¿Nuestro consejo? Pasaos por allí, os pedís una copa de vino con su tapa y lo comprobáis vosotros mismos. Gracias a Carmen y al equipo de Botavino por hacernos disfrutar. Mucha suerte. Volveremos pronto.
