Calle Corbeta, 7, 41012 Sevilla
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Es bonito observar que vivimos en un país con una tradición culinaria importante, que debemos respetar. Si existe un producto típico de nuestra tierra, esos son los caracoles. Y es que en Sevilla es toda una tradición el consumo de caracoles desde mediados de abril hasta mediados de julio, aunque el dicho deja claro que “Si no quieres cometer un fallo, no comas cuernos hasta mayo”. Una tapa de caracoles con una cerveza bien fría, en un velador en estas noches donde se busca el ‘fresco’ de Sevilla, es un auténtico manjar de reyes. Y es que la tradición de comer caracoles y cabrillas viene de antiguo. Los paleontólogos aseguran que ya se comían caracoles hace miles de años. En Sevilla se consumen por toneladas a lo largo del verano y es una de nuestras señas de identidad a la hora de ir de tapas durante los días estivales. Para guisar caracoles debemos tener en cuenta algunos consejos: Primero debemos elegir un sitio de confianza que los vendan «despiertos». Luego lavarlos bien con agua fresquita y separar los que sacan la cabeza de los que no. Poner poca sal y remover el agua para que suelten la baba, y repetirlo hasta varias veces. Después, introducirlos en agua a fuego lento. Al calentarse, los caracoles quieren salir, así que se sube el fuego. Después de cambiar el agua, incluir mientras hierve tomillo, romero, hinojo, pimienta negra y guindilla. A pesar de su pequeño tamaño, tiene una carne rica en nutrientes y no son para nada indigestos. Tiene un alto contenido en hierro y proteínas, por lo que nos ayuda a prevenir la anemia y es muy recomendado su consumo en personas que practican deportes de intensidad. Al mismo tiempo, contribuye al mantenimiento de huesos y dientes, gracias a su importante aporte de fósforo y calcio. Como podéis ver, un alimento completo que forma parte de nuestra dieta canicular.
Por eso, como todos los años no podía faltar nuestro artículo dedicado a encontrar los mejores caracoles de la provincia. En esta ocasión nos acercamos a la barriada Elcano, unas viviendas vinculadas históricamente a los astilleros de la ciudad, que se entregaron en 1953. Bar Elcano lleva siete décadas siendo un referente de la cocina sevillana. Su historia comenzó con Pedro, que inauguró el bar en los años 50. El testigo recayó en manos de Diego Moreno, quien creció con el bar desde niño, manteniendo un servicio de calidad y la atención al detalle. Contando con la colaboración de Antonio Robles, juntos han guardado el secreto de los caracoles más reconocidos de Sevilla. Como en toda buena familia de tradición sevillana, el padre, Antonio, enseñó los secretos del oficio a su hijo “Willy”, que hoy mantiene vivo este referente de cocina sevillana habiendo vivido entre sus fogones y mesas toda la vida, siguiendo el vivo ejemplo de sus padres Antonio y Paqui, la cual todavía sigue siendo una parte esencial de su cocina. Elcano es un perfecto ejemplo de bar de barrio, con un conocido muro frontal pintado con el nombre del establecimiento que lo distingue de otros negocios de la barriada. Una pequeña terraza de mesas altas delante y una enorme zona de mesas bajas en el lateral, bajo toldos, donde los vecinos se reúnen a comer caracoles desde primera hora del mediodía. Dentro, un pequeño salón y una barra de servicio que también reúne clientes probando los primeros moluscos.
La carta es amplia y bien conocida por sus parroquianos, con platos que se han convertido en clásicos del tapeo de esta zona de capital. Picoteo de tomate aliñado con melva 7,50€, ensaladilla de la casa 3,20€, caracoles y cabrillas 3,50€, patatas fritas con salsa 3,10€, montaditos de carne mechada y queso 3,30€, lomo con jamón 3,40€, pringá 3,30€, pollo con alioli 3,30€ o los serranos de pollo o lomo 4,70€, entre otros. Hamburguesas de buey 7,50€, zona vip 6,00€, completa 4,50€ o viuda 4,00€. De la abuela tenéis croquetas de espinacas y roquefort, d morcilla con manzana o del puchero 3,80€, pastel de berenjena gratinado 4,00€, plato combinado 9,00€, puchero 4,00€ o queso de cabra frito 4,00€. “De la tierra” Solomillo castellana 4,50€, carrillada 3,50€, albóndigas en salsa 3,50€, alitas de pollo 3,50€, riñones al Jerez 3,50€ o sangre encebollá 3,00€. “Del mar” su exquisito atún encebollao 4,20€, chipirón plancha 3,80€, choco frito 3,80€, gambón plancha 4,00€, mojama de Barbate 4,00€ o las ortiguillas de Conil 5,00€. De postre, tarta de la abuela 4,00€ o sokoa 4,00€. Menú infantil a elegir entre: croquetas, nuggets, pollo o salchichas 4,80€.
Más de 70 años ofreciendo tradición sevillana de calidad a sus fieles clientes. Elcano es uno de los últimos bares históricos que quedan en la ciudad. Uno de los representantes de aquellas rutas que se hacían por los bares tradicionales de tapas de caracoles de la capital. Y es que para sus responsables muchos de sus clientes son “amigos”, ya que se han pasado toda una vida viendo pasar por su local a varias generaciones de una misma familia. Bar Elcano ha conseguido crear un vínculo especial con sus clientes, hasta el punto de que tienen algunos que residen fuera de la ciudad y que en el momento que la visitan o regresan a ver la familia, no pueden faltar. La consolidación del local como referencia gastronómica sevillana ha sido el resultado de muchos años de sacrificio. Ahora recogen los frutos de ese trabajo con una terraza que se llena de feligreses para dar el pistoletazo de salida a la temporada de caracoles 2024. Tradición cervecera, unos extraordinarios caracoles y un dilatado recorrido histórico. Esos son los argumentos de este clásico del tapeo sevillano que tenéis que conocer.