Calle Emilio Castelar 30, 41300 San José de la Rinconada
Teléfono 655 40 02 83
El fenómeno del retorno migratorio ha devuelto a Andalucía a numerosos profesionales que, tras una etapa laboral fuera, han decidido reencontrarse con sus raíces. Este proceso, que conlleva tanto ilusión como desafíos, ha propiciado la creación de iniciativas emprendedoras con una fuerte carga emocional, como es el caso de Jorge Sabido. Hijo de un matrimonio formado por Nicasio, originario de Malpartida de la Serena (Extremadura), y Librada, natural de La Rinconada (Sevilla), Jorge nació en Bilbao, donde sus padres regentaron negocios de hostelería durante años en el entorno del Polideportivo Gorostiza. En 1998, la familia regresó a La Rinconada y fundó el restaurante La Puchera, nombre que homenajea al tradicional recipiente ferroviario en el que antaño cocinaban sus comidas los trabajadores del tren con brasas de carbón, un guiño a la cultura del norte que todavía hoy se mantiene viva en su cocina. Ese niño que corría entre fogones en el negocio familiar es hoy un cocinero formado en el I.E.S. Heliópolis, con experiencia en destacadas cocinas sevillanas como Rogelio León en San Bernardo, Eme Catedral Hotel durante la etapa de Martín Berasategui, y otros como La Malcontenta. El 1 de mayo de 2019, Jorge dio un paso más allá: inauguró su propio proyecto gastronómico en el mismo local que albergó La Puchera, rebautizado con un nombre cargado de simbolismo: “Oído Cocina”. Pero este joven chef no está solo en esta aventura. Le acompaña su esposa, Isabel Salgueiro, quien se encarga de la sala con calidez y profesionalidad, consolidando una experiencia gastronómica cercana pero cuidada.
“Oído Cocina” no es simplemente una continuación de La Puchera, sino una propuesta renovada que refleja el mestizaje cultural vasco-andaluz que forma parte del ADN de su fundador. Aunque se conservan algunos guisos tradicionales —incluyendo, en temporada invernal, las putxeras al carbón—, el restaurante ha ido incorporando una cocina más técnica, con elaboraciones modernas y toques creativos. La decoración interior responde a una estética contemporánea que conjuga sobriedad y calidez, en perfecta sintonía con su propuesta culinaria. El espacio destaca por una cuidada armonía cromática, en la que predominan los tonos neutros, suavemente contrastados por los matices terrosos de las sillas tapizadas en terciopelo. El pavimento en madera clara, dispuesto en espiga, aporta una sensación de continuidad visual y calidez al conjunto, reforzando la percepción de confort doméstico. Las luminarias colgantes de fibras naturales no sólo cumplen una función práctica de iluminación focal, sino que también aportan textura y un matiz artesanal que refuerza la identidad cercana del local. La disposición de las mesas —de líneas rectas y materiales nobles como la madera maciza— privilegia la intimidad y la amplitud visual, a lo que contribuyen los grandes ventanales cubiertos por estores traslúcidos que filtran la luz exterior con delicadeza. En conjunto, el entorno interior de Oído Cocina logra un equilibrio entre elegancia accesible y funcionalidad, con elementos vegetales que aportan frescura y vitalidad al espacio. El local se encuentra emplazado en un enclave privilegiado de San José de la Rinconada: una esquina abierta de la calle Emilio Castelar, a escasos minutos a pie de la estación de tren, rodeada de parques infantiles y zonas verdes que refuerzan su vocación familiar. Fuera, una estupenda terraza para las noches de verano.
La carta presenta un concepto en evolución: cocina lenta, raíces mixtas y vocación familiar, conjugando tradición y creatividad con platos como el pan casero de miel y especias con foie mi-cuit y crema de cebolleta caramelizada (3,5 €), la anchoa del Cantábrico 00 con piquillo sobre pan brioche (2,5 €), o el pan bao relleno de guiso de cola de toro al curry rojo (5,5 €). Entre los entrantes, se puede disfrutar de una ensaladilla de pollo escabechado con mayonesa de curry (5 €/10 €), gyozas de codorniz estofada con salsa trufada (8,5 €), alcachofa confitada en AOVE con parmentier de patatas asadas, panceta laminada y huevo a baja temperatura (9 €), croquetas melosas de jamón (6 uds, 8 €), steak tartar de picaña madurada (10 €), gambones al ajillo con manzanilla de Sanlúcar y esencia de sus cabezas (11 €), y unas clásicas patatas bravas (3,5 €/5,5 €). En cuanto a los principales, destacan el arroz caldoso de gambones (12 €), canelones de pollo y setas (9,5 €), hamburguesa de buey madurado con rúcula, cebolla caramelizada, queso y alioli (11 €), filetitos ibéricos a la brasa con salsa whisky y patatas (15,5 €), y el solomillo de ternera con crema de boniato y mini parrillada de verduras (25 €). En el apartado dulce, el coulant de chocolate con helado (6,5 €) y la torrija de leche caramelizada hecha al momento (5 €) cierran la propuesta. La oferta se completa con una cuidada selección de vinos que incluye Riojas, Riberas, vinos del Marco de Jerez, manzanillas y referencias andaluzas, muchas de ellas disponibles también por copa para facilitar el maridaje con los distintos platos.
Más que un restaurante, Oído Cocina representa una filosofía de vida: el retorno a las raíces con una mirada contemporánea, el respeto por el producto y los tiempos de la cocina tradicional, y la voluntad de ofrecer un proyecto con identidad propia para una experiencia gastronómica honesta en un entorno alejado de los circuitos turísticos convencionales. Este restaurante familiar demuestra que no hace falta estar en el centro de una capital para destacar: basta con tener visión, vocación y una profunda conexión con el lugar al que se pertenece.