Calle Gamazo, 16, 41001 Sevilla
Teléfono: 624 42 83 93
Ya huele a incienso en Sevilla. La cuaresma de este año comienza el 14 de febrero. Este período consta de 40 días pero este 2024 por ser bisiesto serán 41 días, y termina el Jueves Santo, que este año es el 28 de marzo. La gastronomía sevillana se prepara así para nuestra Semana Grande, con protagonismo del pescado y los platos de cuchara donde ganan las legumbres. La Cuaresma, para cristianos creyentes y practicantes, hace referencia a ese espacio de tiempo que tiene que ver con el periodo que pasó Jesucristo en el desierto donde no ingirió alimentos. Desde entonces ha sido una tradición durante este periodo que los devotos practiquen el ayuno y la abstinencia. La Semana Santa se celebra durante todo el año en Sevilla. Y es que los lugares de encuentro no se limitan a las cofradías. Bares y tabernas cofrades juegan un papel esencial en la conservación de la ilusión por el encuentro. Durante estas fechas son numerosos los establecimientos que viven con entusiasmo los días previos a la Semana Santa. Imágenes, esculturas, telas, incensarios y velas, decoran las paredes de este rincón que hoy visitamos, y en el que es cuaresma los 365 días del año. En su interior se esconde un templo para el cofrade, aderezado con una buena carta de vinos y otra selecta de tapas y raciones. Su nombre hace referencia al instrumento de hojalata en forma de cucurucho, que, fijo en el extremo de una caña o vara, sirve para apagar las velas o cirios colocados en alto. Al frente de este proyecto encontramos a Nacho Zamudio, un hostelero alcalareño enamorado de la Semana Santa, que también regenta la mítica Bodega San José, en El Arenal. Nacho es hermano fundador de la Hermandad del Soberano Poder de Alcalá, donde era costalero, y ahora la disfruta desde otro punto de vista. También es miembro de la Hermandad de Jesús y costalero de María Santísima del Socorro de Alcalá de Guadaira.
El olor a incienso y el sonido de las marchas procesionales inundan el ambiente. El establecimiento cuenta con una sala con una gran barra, salón interior con mesas altas y terraza exterior. Las paredes y la barra están forradas con terciopelo y damasco y sobre la barra hay réplicas de faroles de cofradías como El Silencio, Pasión o el Gran Poder. Al fondo hay un salón que emula una calle llamada Matacandela, donde hay túnicas tendidas y una ventana desde la que una señora mayor se emociona al ver la silueta del Gran Poder. La estructura de las mesas imitan las parihuelas de los pasos. No es de extrañar que el establecimiento sea un concurrido punto de encuentro de nazarenos, costaleros y aficionados de la Semana Santa y se haya convertido en una ineludible estación de “penitencia” para buena parte de los cofrades sevillanos, registrando especiales bullas durante la Semana Santa y los días previos. Matacandela está abierto a todo el mundo, creyente o no. De hecho, no son pocos los visitantes (turistas, curiosos, vecinos…) que acuden a este “museo” para sumergirse en la historia de la imaginería. La cultura de la Semana Santa puede disfrutarse en pleno centro de Sevilla para comenzar o terminar una jornada de pasos, o para regresar pensando en la Semana Grande del siguiente año. Pero Matacandela es muchos más que una colección de sayas, galones y flecos. Nacho organiza encuentros con actuaciones de saeteros, tertulias e incluso la presentación de su propio cartel de la Semana Grande, que el año pasado pintó Andrés Torrejón. Tienen hasta su propio aroma. Un incienso fabricado en Cádiz en exclusiva para esta bonita taberna.
Una carta tradicional a base de buena chacina ibérica, montaditos, guisos caseros, pescao frito, panes de Alcalá, ahumados y salazones. Hay tapas y platos de recetas tan tradicionales como papas aliñás con melva 3,50€, ensaladilla de marisco 3,50€ o tortilla de patatas 2,80€. Mojama de Barbate 3,20€, mejillones al ajillo 13,00€ y sardina al tomate 4,00€, tabla de quesos 19,00€ e ibéricos de Huelva 20,00€, además de chicharrón de Cai 3,50€. Montaditos variados como el costeroo de melva y piquillo 3,20€, el picaito de pringá casera 3,20€, a pulso de bacalao con piquillo 3,20€ o el armao (tipo mantecao pero con jamón). Guisos como una exquisita carrillá 4,00€, espinacas con garbanzos 3,00€, garbanzos con langostinos 4,00€ o carne con tomate 3,50€. Panes de la casa (salmón, jamón con salmorejo, chicharrón y queso viejo y bacalao y anchoas) 12,00€, además de pescaíto frito (choco, cazón y dados de merluza). Carnes a la plancha como solomillo 3,50€, pollo frito 3,50€ y pechuga de pollo 3,50€. De postre, como no podía ser de otra manera, torrijas y pestiños 2,00€ y Ahí Queó 7,00€. Predominan los vinos del marco de Jerez y Sanlúcar, manzanillas y generosos, amplia bodega de tintos, blancos alegres y la cerveza más fría del Arenal.
Matacandela es uno de esos templos de la tapa en los que poder disfrutar de una buena cerveza, pudiendo contemplar una decoración que hará las delicias de todos los cofrades que acudan al local. Un punto de encuentro y conexión con las costumbres y las tradiciones vinculadas con la Pasión de Cristo, pero también ‘gloria bendita’ para los amantes del buen comer y el tapeo, por supuesto, acompañado de una entretenida conversación sobre el estreno que va a presentar tal o cual cofradía, el cese de algún capataz, el calendario de ensayos de la cuadrilla del barrio o cuestiones nimias, pero grandes para el cofrade, como el cambio de la gorra del uniforme de una banda o el color de la cera que llevará determinado paso de misterio. Si lo tuyo es el buen comer y disfrutas de un ambiente lleno de ornamentos y motivos cofrades en cada rincón, este sin duda alguna es el bar que estás buscando. Buenos precios y mucha sevillanía reflejada en los recuerdos que decoran las paredes y techos que conforman prácticamente un museo de la Semana Santa. ¡Poco a Poco! Siempre de frente.
