Escapada gastronómica por Galicia

Afirmaba el maestro Berasategui que “lo mejor que se ha escrito sobre gastronomía en Galicia, lo ha escrito la naturaleza. La materia prima de esta región es tan maravillosa que hace de Galicia un templo de la cocina”. Sabias y sencillas palabras del genio donostiarra que bien pueden aplicarse a la sabiduría y sencillez que tradicionalmente se han asociado a los platos gallegos. Por eso no voy a ser yo quien os cuente las bondades de la cocina gallega cuando tenemos a escritores insignes que han puesto su pluma al servicio de una de las gastronomías mas reconocidas del mundo. Yo me voy a limitar a contar mi experiencia por tierras gallegas, tal y como yo las he vivido y disfrutado, y si de camino os sirve a alguno para vuestro viaje a Galicia, miel sobre hojuelas.

Para no hacernos 900 kilómetros del tirón, nuestra ida tuvo una parada en Salamanca, una hermosa ciudad que por aquellos días sufría la ola de calor. Salmantinos y visitantes salían a miles cuando caía el sol. Las noches de verano se convierten en esta ciudad en el momento más apetecible del día para salir a tomar algo. Las terrazas en Salamanca son muchas y muy diferentes y la oferta gastronómica cada vez más amplia. Nosotros elegimos para comer Corta & Cata, un restaurante ubicado en un edificio antiguo en el Centro histórico de la ciudad, con gastronomía contemporánea donde impera el producto ibérico a destacar el jamón ibérico de bellota. También hay que destacar su variedad de tapas y platos modernos, con un servicio algo sobrepasado pero agradable. Tabla de quesos de la tierra, unas exquisitas alcachofas sobre carpaccio de ternera, y unas tostas de sardinas y de morcilla con morrón y queso. 26,00€ incluidos unos vinos de la Rivera Sacra.

Por la noche elegimos la zona de Van Dyck, una zona para tapear barato que está muy cerca del centro histórico, por lo que no nos supuso un problema adentrarnos en una de las zonas más conocidas por los salmantinos. Hemos de decir que quizá por ser entre semana el ambiente era mínimo. Muchos sitios con terraza para elegir. Nosotros nos quedamos en el nuevo Minutejo II, un espacio moderno, acogedor y bien decorado. En cuanto a los pinchos son muy baratos para la calidad que tienen. Tienen varias opciones para todos los gustos, todo muy elaborado y sabroso. Somos amantes del vino y lastimosamente no tienen mucha variedad. La cuenta final 16,50€ la cena para dos, más barato imposible.

Vuelta a la carretera para llegar a Santiago de Compostela en uno de los días más calurosos que hayan conocido por estas tierras. Imposible pasear por el centro sin entrar en lipotimia. La idea era conocer y tapear en el Mercado de abastos. Una idea que parecía genial hasta que comprobamos el calor que hacia dentro de un mercado abarrotado. Encontramos mesa en la Pulpería abastos. Un pequeño kiosco con un pulpo a feira extraordinario. Zamburiñas a la plancha y unos mejillones en un exquisito escabeche. Unos 20,00€ por persona de media, quizás algo caro para estar en mesas altas y rodeado de gente.

La cena la reservamos en A Horta d’Obradoiro, un precioso local de cocina sencilla con sabores auténticos y respeto por el producto, de la mano de dos jóvenes chefs y amigos: Kike Piñeiro y Eloy Cancela. Situado en un edificio del siglo XVII, a escasos metros de la Catedral de Santiago, el local está distribuido en diferentes ambientes para disfrutar de una tapa, un rincón íntimo o una gran mesa para cenar con amigos. Nosotros elegimos la Ensaladilla de Mar 12€, un pan relleno de Pull-Pork 9€ y un Arroz Negro con Peixe Sapo 18€. La comida exquisita, el trato muy agradable, pero con un gran problema que no han sabido resolver. Resulta que no están preparados para los días de calor, pero ni con un pequeño ventilador. El calor era tan insoportable que casi no recuerdo lo buena que estaba la comida. A pesar de esto A Horta d’Obradoiro es un local absolutamente recomendable para visitar, pero aseguraros que fuera no hace calor.

Visita a Coruña, con paseo por la ciudad y los alrededores, incluidas las playas de Cabana donde disfrutamos de unos berberechos recién cocidos y una Estrella Galicia bien fría. Para comer elegimos Betanzos, pero curiosamente el restaurante elegido no tenía tortilla en su carta. Lo cierto es que no nos importo demasiado. Restaurante San Andrés es un establecimiento de cocina tradicional y especialidad en pescados, en un local clásico, con cerámicas y un murete forrado de piedra. Serios en el trato pero agradables en las formas, San Andrés no destaca por las vistas ni por la decoración. Su principal baza la encontramos en su cocina de corte tradicional con toques propios, basada en producto de mercado, temporada y cercanía. Nosotros pedimos el salpicón de bogavante, una exquisitez por 33€. Especialidad en pescados al horno como el bonito de Burela 18€. También hay platos de carne como la extraordinaria ternera asada en salsa 15€. La cuenta fue de 84,20 en total, con 2 cervezas y 3 vinos. Lo cierto es que nos gusto mucho. Si pasáis por Betanzos no dejéis de conocerlo.

La cena la teníamos reservada en Casa Marcelo, uno de los grandes referentes de la ciudad recomendado por mi amigo Nacho Dargallo. “Innovadora cocina fusión española y japonesa en un restaurante con iluminación tenue, asientos en la barra y cocina a la vista”. Así se presenta este estrella Michelin que no podíamos dejar pasar en nuestra visita a Galicia. Nos sentamos en la barra delante de la cocina disfrutando del privilegio de vivir el servicio muy cerca. Martin estaba de primero de cocina y él fue el que nos recibió diciéndonos que en su local se comía lo que el quería. Y así fue. No sabíamos que íbamos a comer y cuanto nos iba a costar. Era como comer a ciegas, algo que le daba más punto a la velada. La experiencia de Casa Marcelo es como una montaña rusa, subidas y bajadas emocionantes y todo con un gran respeto al producto gallego y gran cuidado con el que realizan todas las elaboraciones. Impresionantes las ostras con salsa XO, el ceviche, el ajo blanco con sardinas, las zamburiñas negras, el tataki de bonito o el steak tartar… y el postre de fresas con helado de albahaca fue el broche de oro. 188,00€ la cena de los dos, incluidos los vinos. Sin duda para repetir.

Al día siguiente visita a Pontevedra y alrededores, con parada en Sanxenxo, A Toxa y O Grove para disfrutar del mejor marisco de Galicia. Hay ciertas comidas en la vida que nunca se me podrán olvidar. Uno de esos sitios es D’Berto. Fue Martin el que nos recomendó esta selecta marisquería especializada en pescados y mariscos de la Ría. Premiado como el mejor restaurante de Pescados y Mariscos de España, su fama viene por ofrecer las piezas de marisco más grandes que jamás vayas a ver. D’Berto no está frente a una playa idílica, ni a los pies del mar, ni falta que le hace. El simple hecho de pasear por su fachada, ya nos hace vaticinar qué es lo que encontraremos en el interior. Lo primero que llama la atención, es ese vivero donde se exponen las joyas de la Ría, que sin duda es su mejor carta de presentación. Es mandatorio empezar con una ración de su empanada casera 4,00€ o unos mejillones con un picadillo de tomate. Nosotros pedimos unos carneiros 3,50€ y unos longueirones 3,50€, una nécora de 220gr 25,00€ y un bogavante frito difícil de describir, una maravilla por 74,25€. Para beber una botella de Mil Ríos 26,00€. En total 155,00€ para una mariscada memorable.

Por la noche tocaba cena en A Noiesa Casa de Comidas. Un local situado en Rúa do Franco que presenta una cocina casera elaborada con productos locales en un restaurante informal y de estilo bohemio que se pone hasta la bandera. Trato cercano y buen ambiente en este imprescindible de Santiago considerado entre los mejores restaurantes informales de España, en el puesto número 7 y único representante gallego en esta categoría. Un negocio familiar dirigido por el santiagués Sebastián Somoza. En A Noiesa se come de maravilla. Nosotros pedimos todos los clásicos gallegos que nos quedaban por probar. Tabla de quesos gallegos 12,50€, pimientos de Padrón 6,90€, la tortilla de Betanzos que no nos pedimos en Betanzos 7,50€ unos mejillones al vapor 9,40€, incluida botella de Cavadura 17,80€. La cena por 58,10€. Apuesta segura si estáis en Santiago.

Sé a ciencia cierta que son muchas las cosas que hemos dejado de ver. Recorrer todos los bosques, playas, ciudades, pueblecitos y demás rincones de esta hermosa tierra es complicado. Son muchos destinos los que nos atraen y hay muchos «emblemas turísticos gallegos» que merecen ser visitados. Por eso, siendo conscientes de que verlo todo es completamente imposible, hemos intentado conocer en menos de una semana lo más representativo de Galicia. Tanto si te gusta la naturaleza, como la historia, la gastronomía, las playas, los pueblos marineros o el turismo rural, Galicia es un destino de escapada perfecto para cualquier tipo de viajero. A nosotros nos ha encantado la experiencia, por eso tan solo podemos decirte: llega hasta allí, camina y disfrútalo. Gracias a los hospitalarios gallegos que nos hemos encontrado en el camino. Volveremos.

 

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