Rotonda De La Era, Local 2, 41940 Tomares, Sevilla
Teléfono: 613 76 60 66
Se han encontrado huellas palpables de ocupación en la Edad de Bronce en la zona de Santa Eufemia y se sabe que esta fue una pequeña “villae” romana. Durante la época de dominación musulmana, Tomares, que pertenecía al distrito del “Axarafe”, se articulaba en varias alquerías. Hoy en día, Santa Eufemia está ubicada en una de esas antiguas alquerías y es uno de los lugares de residencia más deseados del Aljarafe. Alrededor de este barrio han florecido muchos y buenos negocios de hostelería que atraen a vecinos y visitantes. Uno de esos locales que han pasado por varios negocios es este del Edificio Rotonda que hoy nos ocupa. Este negocio abierto el 2 de diciembre del pasado año esta ubicado en una esquina en la Rotonda de la Era. Un local pequeño, con el logotipo del mono con perilla al frente y con una barra en ele en la que se afanan en poner las bebidas del numeroso público que llena las mesas el fin de semana. Dentro solo se ponen las mesas altas los días de mal tiempo. La joya de la corona es su enorme terraza. Una zona al aire libre donde podéis disfrutar del sol del invierno. Durante estos dos meses desde su apertura la acogida por parte de la clientela ha sido muy buena.
Nos atiende Ángela y nos cuenta que El Tenedor del Mono es un negocio familiar montado junto a Ismael, su pareja. Asegura que sin él y su experiencia no se hubiese atrevido a poner en marcha este proyecto, ya que ella no tiene nada que ver con la hostelería, es higienista dental, además tienen 2 hijas y la conciliación es complicada. Ismael lleva más de 7 años trabajando como cocinero y jefe de cocina. Estudió en la Taberna de la Alabardero y durante sus años de estudio estuvo con Nacho Manzano en Casa Marcial, con Eneko Atxa en Azurmendi, con Julio Fernández de Abantal entre otros. Una vez terminó sus estudios ha estado trabajando con el grupo Ovejas Negras en varios de sus restaurantes y en los últimos años con el grupo Spala (Lima Sorda) como jefe de cocina en sus restaurantes. Ismael siempre ha tenido mucho interés en avanzar en su profesión, se presentó la oportunidad de este local y pensaron que era el momento de embarcarse en esta aventura. Ismael se encarga de la cocina junto a otro chico que acaba de terminar sus estudios en Polonia. Ángela se dedica a la gestión del negocio, aunque también echa una mano en barra y terraza con la ayuda de Noelia y Pablo, dos hermanos bolivianos muy profesionales y educados. El nombre surge porque para el trabajo de fin de curso, Ismael tenía que hacer un proyecto de montar un negocio de hostelería y ese era el nombre que le pusieron a un restaurante ficticio que ahora se ha hecho realidad.
La cocina de Ismael tiene variedad de platos de fusión mediterránea, con toques del mundo que aportan un valor diferencial. Cocina con creaciones variadas de base claramente tradicional. Tapas clásicas como patatas bravas, que aquí se llaman picantonas con crema de chipotle 4,50€/9,50€ o la carrillada que se sirve sobre crema de boniato 4,50€/11,90€. Pero como podéis ver, todas las tapas tienen algo que las diferencia, como la ensaladilla de pollo con curry y puerro 4,50€/9,50€, croquetas del mono 4,50€/9,50€, brioche de carnita con hierbas aromáticas y salsa cítrica 7,90€, alitas bañadas en kimchee 9,90€, brocheta de pollo especiada con cuscús 4,50€/11,50€, empanadilla criolla con chimichurri 4,50€ unidad, ensalada de tomate y remolacha con queso de cabra 8,90€ o los raviolis crujientes de cordero lechal al horno 11,50€. En el apartado “leña al mono” tenéis la presa con patatas 4,90€/13,90€, solomillo a la crema de whisky 4,50€/11,90€, hamburguesa de ternera madurada 9,90€, wok de verduras con pollo y udones 11,90€ o los tacos de chicharrón sevillano con crema de la selva y cebolla encurtida 9,50€. De postre, tarta de queso, tarta de la abuela de galleta 5,50€, la tarta mono de plátano y dulce de leche o el coulant con helado de vainilla. Los fuera de carta del día eran el salchichón trufado, lagrimitas de pollo con mayonesa de lima, morcilla de arroz con compota de manzana, tiradito de salmón 13,90€ o el bollicao de pringá con corona de huevo 6,50€. Mezclas de ingredientes influenciadas por distintas culturas… es la evolución natural de la cocina partiendo de lo tradicional.
Hubo una época en la que la mayoría de negocios de hostelería respondían al mismo patrón: una pareja de jóvenes inquietos que se repartían las labores dentro y fuera de la barra para levantar en jornadas de sol a sol el negocio de sus sueños. De un tiempo a esta parte, las nuevas aperturas dependen del poderío de grupos empresariales con músculo suficiente para copar los mejores locales y contratar a un ejército de camareros, pero aún quedan héroes capaces de embarcarse en el proyecto de su vida con poco más que su arrojo y sus ganas de trabajar. El Tenedor del Mono es uno de esos proyectos que debemos apoyar, no solo porque su cocina es interesante, el servicio cercano y los precios están ajustados, sino porque estos jóvenes valientes se merecen poder salir adelante en un sector cada vez más presionado por los grandes grupos hosteleros. Lo cierto es que nos ha encantado. Su terraza es una maravilla para tomar una cerveza o un vino con un par de tapas por una media de 20,00€ por persona. Muchas gracias a Ángela e Ismael por su hospitalidad. Ya tenéis otro sitio en Tomares que no os podéis perder.
