Chicarreros

Calle Chicarreros 7, 41004 Sevilla
Teléfono 955 14 62 38

La calle Chicarreros de Sevilla comienza en la calle Álvarez Quintero, y desemboca en la Plaza de San Francisco. Recibe su nombre del gremio de chicarreros (fabricantes de chicarros, un tipo de calzado infantil), que estuvo asentado en esta calle. Chicarreros es también el nombre de este singular restaurante que acaba de abrir en el distrito Casco Antiguo. Y es que desde que cruzas la puerta de este establecimiento, te das cuenta que es diferente y especial. Por eso, voy a intentar describiros las sensaciones que tuvimos mientras degustábamos parte del menú que este equipo nos había preparado. Estamos hablando de un restaurante que ofrece una experiencia exclusiva y personalizada. Pero esto no lo digo porque tenga la necesidad de contaros las bondades de este espectacular proyecto, lo cuento tal como yo lo he podido percibir. Lo cierto es que preocupa lo poco que se cocina en los últimos años en los negocios hosteleros de nueva creación en Sevilla. Bares y restaurantes con cartas estereotipadas, que poco o nada aportan a engrandecer nuestra oferta gastronómica. Hoy en día, se puede abrir un negocio de restauración con muy poca cocina y demasiada quinta gama, sin preocuparse por el cocinero, porque cualquiera puede hacer la misma función. Es de agradecer un establecimiento que tenga en su cocina y su personal de sala su principal baza. El Grupo Catalina, o lo que es lo mismo, Gonzalo Villalba y Albert Granados, forman la gerencia del que está llamado a ser una de las grandes aperturas de este 2024. Antes de empezar quiero agradecer a estos dos profesionales su amistad y su lealtad para con este narrador gastronómico. Gente integra que ama su trabajo, algo que para mí siempre es de respetar.

Sencillamente espectacular. Así es este espacio proyectado por el estudio de interiorismo y diseño de Carlos Iglesias, haciendo realidad toda esta maravillosa escenografía. Y es que con los años el diseño de restaurantes ha evolucionado mucho a nivel estético. Se han ido diversificando estilos y temáticas, convirtiéndose en espacios y ambientes de lo más curiosos, como este restaurante que recrea un espectacular bistró francés. Un diseño que ha cedido un gran porcentaje de espacio a la exposición de vinos. El local, que en su origen estaba ocupado por una tienda de menaje, se ha transformado de suelo a techo. El interiorismo y la carpintería apuestan por piezas de mobiliario como butacas y mesas bajas de estilo vintage. Una bonita barra de servicio preside el salón, y en las estanterías clásicas de madera se alternan botellas y libros decorativos, con una balaustrada superior a modo de pequeña biblioteca, creando un ambiente íntimo y cautivador. Lámparas Victorianas cuelgan sobre las mesas y la cálida iluminación inunda el espacio. La actividad de la cocina se puede ver a través de una pequeña ventana que da al salón. Hasta el baño es digno de una visita. Una de las caras visibles de esta aventura es el cocinero Alfonso Esquinas, un chef con un currículum de vértigo, que comenzó su carrera profesional junto a Santi Santamaría. Alfonso estuvo trabajando junto a Ferran Adriá en el Bulli y en la Hacienda Benazuza, lugar donde conoció a Rafa Zafra. Años después, cuando se abrió Mareantes en Puerta Jerez, Alfonso formó parte del proyecto hasta su cierre. En ese momento fue cuando Gonzalo y Albert se fijaron en él para este proyecto. En mesa nos atiende Pablo Wubbe, un joven sevillano recriado en Alemania, que ha pasado varios años junto a Rafa Zafra, y que se encarga con Albert, de supervisar y gestionar el funcionamiento general del servicio en Chicarreros.

Su propuesta culinaria se basa en la materia prima y en recetas clásicas, algunas de esencia francesa, aligeradas y actualizadas mediante técnicas contemporáneas. La fórmula de Alfonso y Gonzalo es aparentemente sencilla: se toman especialidades tradicionales, se les añade pasión por los buenos productos, una visión de autor y se salpican con un toque de creatividad. Una carta muy cuidada, con productos seleccionados como el jamón ibérico de bellota Arturo Sánchez, el único en España con dos montaneras. Marisco de Huelva, gambas rojas de Palamós, setas de temporada, carnes de caza como el ciervo, el pichón o incluso un ragú de jabalí. Uso de caviar Baerii, que se sirve por ejemplo en el biquini de salmón con caviar, homenaje a Mareantes. No existe un menú degustación como tal, pero si os apetece, os preparan un menú hecho a medida para vosotros. Entrantes como el carpaccio de gamba roja con vinagreta de limón 23,00€ o el carpaccio de Angus, trufa y parmesano 19,00€, verduritas de temporada con yema de huevo y lascas de jamón de bellota 16,00€, tortilla con cocochas de bacalao al pilpil 17,00€, salmonetitos de roca fritos 16,00€, canelón gratinado de cola de toro con bechamel de anguila ahumada 16,00€ alcachofas confitadas con chipirones, panceta y crema de erizo 20,00€, navajas en escabeche de zanahoria 20,00€ o las almejas a la beurre blanc 20,00€. Segundos platos como el lomo de San Pedro plancha 24,00€, ventresca de atún rojo a la brasa 26,00€, solomillo de vaca madurada al Cabrales 24,00€, lomo de ciervo con crema de castañas y canela 22,00€, presa ibérica a la brasa 24,00€ o el pichón de Bresse con chalotas confitadas 26,00€. De postre, surtido de quesos 16,00€, chocolate en texturas 9,00€, crêpe suzette con zeste de naranja de Sevilla 7,00€/p.p, tarta tatin de manzana 9,00€, lemon pie con crujiente de lima 8,00€ o las milhojas de nata, crema & membrillo 9,00€. Más de cien referencias de vinos, con gran presencia del Marco de Jerez, varias referencias de Espumosos por copas e incluso carta de cócteles.

La atención al cliente, tiene en este proyecto especial relevancia. En Chicarreros las mesas no rotan. Un servicio a mediodía y otro por la noche, con lo que tenéis todo el tiempo que os apetezca para alargar la sobremesa con una copa o un buen vino. Ambiente elegante y refinado, impecable servicio, extensa bodega y sobresaliente propuesta culinaria. El Grupo Catalina ha convertido este espectacular refugio del centro de Sevilla en un testimonio de elegancia que genera verdadera expectación entre los aficionados al buen comer. Nos cuenta Gonzalo Villalba que aunque ellos aspiran a todo, el camino lo quieren andar con calma, sin carreras, disfrutando y haciendo disfrutar a sus clientes. El tiempo dirá hasta donde pueden llegar. Por mi parte os puedo asegurar que volveremos pronto para ver como evoluciona. Les deseamos toda la suerte del mundo a este pedazo de equipo. Gracias de corazón por vuestra hospitalidad. Si os gusta la buena mesa, no os lo podéis perder. Elegancia en Sevilla.

CocinaBodegaServicioAmbientePrecio
55554
Nota: Puntuación sobre 5 como valor máximo

 

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