Yo. Cocina Contemporánea

Calle Bailén, 34, Local, 41001 Sevilla
Reservas

Italia es la quinta nacionalidad con más extranjeros residentes y la única, junto a la china, que no ha dejado de crecer durante los últimos años en nuestro país. Pero, ¿Por qué tantos italianos se mudan a España? Los valores transmitidos tradicionalmente por España no coinciden con las actuales circunstancias. Para alguien que llegaba de fuera, la imagen de España se ceñía a un concepto centrado en la alegría de vivir y en la falta de restricciones para pasarlo bien y disfrutar del alcohol. Hoy la realidad española es mucho más compleja, abarca más ámbitos. Algunos de estos italianos que viven con nosotros, aseguran que España tiene más oportunidades laborales que Italia. Otros creen que Italia ha entrado en una fase de “gangrena” y que las nuevas generaciones, al menos los más progresistas, entienden que España podría llegar a ser “el epicentro de una utopía mediterránea”. Son muchos los motivos por los que aventurarse a dejar tu casa y asentarse en otro territorio. La motivación del cocinero italiano Stefano Deidda, y su pareja Eva Urru, para abrir un negocio en Sevilla, es mucho más prosaica, y comenzó en un viaje de placer en el que se enamoraron de nuestra ciudad.

Stefano Deidda es chef del restaurante “Dal Corsaro” en Cagliari (Cerdeña). Un joven profesional ganador de premios gastronómicos como Chef Emergente 2010 y de una Estrella Michelin en 2017. Hablamos de un restaurante caracterizado por su minucioso cuidado en la creación del menú y su selección de los ingredientes de la más alta calidad, diseño y perfección en platillos y bebidas; además de un personal muy calificado que brinda a sus clientes una experiencia única. Pues uno de los motivos de abrir el Restaurante Yo en Sevilla, ha sido alejarse temporalmente de la rigurosidad de un Estrella Michelin. Y es que este galardón puede llegar a apretar, e incluso a ahogar. La presión por mantener la posición adquirida supone no poder bajar el listón en ningún momento. La competitividad genera altas dosis de frustración. También pasan factura las interminables jornadas laborales que implican mantener el nivel. Para hacer una cocina meditada y creativa se necesita más libertad, tranquilidad, y eso es lo que han encontrado Stefano y Eva en el centro de la Capital Hispalense. Yo ofrece una propuesta mucho menos encorsetada, más accesible, que representa la cocina mediterránea a través de una selección de productos locales. Un espacio donde podéis disfrutar de “alta cocina” en un ambiente informal y distendido. Productos de calidad con un estudio riguroso del equilibrio y los sabores. Una cocina gourmet que investiga las raíces del territorio para ofrecer el máximo en términos de sabor e innovación. Los ingredientes propuestos juegan con la idea de un sabor antiguo y ya conocido, y al mismo tiempo las técnicas utilizadas potencian los sabores.

Situado en un bonito local de la calle Bailén, Yo presenta una sencilla escenografía montada con gusto y originalidad, convirtiéndolo en un espacio muy acogedor. Un salón diáfano que se distribuye alrededor de una bonita barra azul intenso, decoración intimista con muebles provenzales en madera, que le dan un cierto aire hogareño, adornos florales en la escalera de entrada, lámparas de filamento de luz cálida en el techo y lámparas de pie en las esquinas, que ayudan a mantener la armonía de la decoración, además de mesas perfectamente vestidas, con platos y servilletas de tela. A la entrada tenéis un pequeño reservado con salvamanteles de esparto en las paredes, ideal para grupos. Suelos hidráulicos y espejos en las paredes del fondo para dar mayor sensación de amplitud al espacio. Stefano se asoma a la sala con una ventana de servicio que esta detrás de la barra. Con una capacidad de unos 42 comensales, el salón cuenta además con varias ventanas a la calle Bailén que dejan pasar una agradable luz. Eva se encarga del servicio del restaurante, apurando sus idas y venidas para que nadie espere excesivamente, en una sala que estaba llena el día que estuvimos nosotros. Una atmósfera íntima, para un sitio pequeño y acogedor que aprovecha muy bien los espacios. Dice Eva que su nombre se debe a la primera palabra que aprendieron en español. Un nombre corto y fácil de recordar para sevillanos y visitantes.

Stefano plantea una cocina sutil y refinada, de estética impecable, con técnica y precisión. Una evolución sin estridencias de su cocina, bajo la premisa de preservar los sabores de la materia prima inicial, con especial presencia de productos autóctonos. Su idea es crear una carta dinámica, trabajando con productos de temporada, para que siempre encuentre nuevas opciones todo el que quiera volver. Una carta corta, con once propuestas saladas y cuatro dulces: Patatas baby con créme fraiche, cebollino y polvo de tomate 6€, Pan brioche tostado con bombón de hígado, confitura de naranja y frutos secos 6€, milhojas crujiente de salmón curado con verduras de temporada 14€, Panzanella con tartar de corvina, puerro, manzana y salsa de pimiento verde 14€, Tartar de ternera, mole de calabacín y gel de yema ahumada 18€, Huevo poche, migas de pan crujiente con chorizo, crema de patata y salsa de setas con puerros asados 13€, Presa ibérica a baja temperatura terminada a la plancha, salsa de vino Oporto, sabayón con mostaza y piel de cerdo crujiente 27€ (media 15€), Magret de pato, membrillo, crema de apio nabo y salsa de cítricos 16€, Bacalao, crema de maíz asado, glaseado de bacalao al limón, aceite de cilantro y chips de remolacha 16€. De postre, Tarta sbrisolona, gel de limón, caramelo salado y helado de vainilla 8€, Cremoso de frutos rojos y pimienta blanca con cobertura de chocolate 8€, cheesecake de café, crumble de chocolate, espuma de leche y vainilla 8€ o el arroz con leche flambeado y helado de vainilla y pecán 8€. Una oferta de vino sencilla, con algunas referencias por copa como K-Naia, Juan Jaime o Vino de Gatas, tintos como El Banquete de Platón, Madame Bobalú o Pagos de Fuente Reina. Variedad en vermut, además de Vino de Naranja, PX Toro Albalá o cava Juvé&Camps reserva.

Yo. presenta una carta en la que el sabor, la sensibilidad y la estética van de la mano. Sabores que evocan lo reconocible, lo amable de nuestra cocina mediterránea. Stefano y Eva forman un tándem perfecto en este pequeño universo. Estamos saturados de propuestas gastronómicas estereotipadas. A estas alturas, busco sitios que me aporten experiencias diferentes, momentos de felicidad. Se trata de entender lo que te cuentan y disfrutarlo. En definitiva, la cocina de este chef sardo está pensada para que sus clientes disfruten, eso es, en realidad, lo único que les importa. Lo cierto es que no ha encantado. Absolutamente recomendable.

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