Watágatá Sevilla

Calle Fuenteovejuna 8, 41018 Sevilla
Teléfono: 954 76 92 28

Existe un creciente interés en Corea por la cocina española que está contribuyendo al éxito de sus restaurantes, y en España por la cocina coreana. Una gastronomía que puede considerarse como uno de los secretos mejor guardados de Asia, y que se está convirtiendo poco a poco en tendencia en nuestro país, apuntando maneras para desbancar de nuestro ideario otras culturas culinarias del Lejano Oriente, como la china y la japonesa. No es que las cocinas española y coreana tengan mucho en común, pero sus sabores se pueden llegar a armonizar haciendo uso de lo que nos une: Los coreanos, como los españoles, comemos muchos cefalópodos, pulpo, calamar, sepia, algo no muy común alrededor del mundo. También el uso profuso de ingredientes como el ajo, el arroz y la harina como elementos esenciales y la fermentación de algunos alimentos. Además, ambos países tenemos la mente abierta en lo que a conocer ingredientes y nuevas formas de cocción se refiere. Tanto en Corea como aquí, sabemos sacar partido a todo tipo de ingredientes, los que encontramos en el mar y en el campo. Sin olvidar que a los andaluces nos gusta comer a base de tapas o banchan, como los coreanos llaman a sus pequeños aperitivos.

Watágatá son dos verbos unidos que significan “ir y venir”, un término que los coreanos relacionan con el ir y venir de las cosas, la evolución de la vida, con un personaje soñador, un «culo inquieto» que adora la mezcla de la cultura española y la coreana. El nombre surgió de la mujer del maestro de artes marciales de Víctor González y Javier Romero, a los que llamaban los “Watágatá Boys”, siempre con ideas y con proyectos nuevos. Watágatá Sevilla es un espacio regentado por dos sevillanos apasionados desde niños por las artes marciales y por todo lo relacionado con la cultura y la gastronomía coreana. Estos dos emprendedores compatibilizan sus respectivas academias de artes marciales, con su faceta como empresarios hosteleros. Las similitudes entre ellos van más allá. Javier es Arquitecto/Aparejador e Ingeniero de la edificación y Víctor es Aparejador y Presidente de Asedes (Asociación de Empresarios de Espartinas), los dos dirigen sus respectivas asociaciones culturales coreanas en Sevilla y viajan frecuentemente a Corea. La idea de Watágatá nace hace muchos años. Y es que la necesidad de festejar los actos sociales de sus academias en un lugar de confianza, les hizo tomarse en serio lo de poder disfrutar de las celebraciones con sus alumnos en su propio negocio. Hace unos seis años empezaron en la hostelería como socios en un chiringuito en Tarifa “A tu aire”, una experiencia que les sirvió de punto de partida para años después, encontrar un local que les encajara con la idea del restaurante y buscar financiación para el proyecto, algo que no fue fácil.

La distribución del espacio está hecha por ellos mismos y el proyecto de interiorismo e identidad corporativa esta realizado por Fabi Interiorismo, creando un espacio íntimo y cálido, en el que cada detalle está pensado para que os sintáis como en casa. La escenografía consigue capturar la esencia de esa fusión hispanocoreana en cada rincón del restaurante. Cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado para crear un ambiente acogedor y sofisticado que refleje su singular identidad culinaria. Paredes de madera, lámparas de cuentas y cómodos sillones que crean un ambiente elegante que invita a disfrutar de una velada inolvidable. Colores cálidos y una iluminación estudiada, resaltan la belleza de cada rincón, creando una atmósfera mágica. Incluso las mesas de madera, las sillas de terciopelo o la vajilla, son visualmente atractivas y adecuadas al concepto general de Watágatá, con esa mezcla de estilos sofisticados y con toques orientales. El restaurante, bien sea por su atractiva decoración o por el trato de los empleados, te hace pensar en volver desde que cruzas sus puertas. Y es que la gastronomía coreana tiene trampa: una vez que la pruebas, si te enamoras, la vas a estar persiguiendo el resto de tu vida allá donde vayas. No solo por sus diferencias con las del resto del sudeste asiático, sino por su intensidad de sabores y sus mezclas de ingredientes, impensables en países como Japón.

Watágatá es el primer establecimiento de Sevilla de cocina fusión Española y Coreana. Una concepción culinaria que se sale del ‘hansik’ (cocina tradicional coreana), desde la elaboración a la presentación, que se hace al modo occidental (y no en la multitud de platos que conforman una mesa coreana). Pero aunque sus platos luzcan como los de un restaurante occidental, los sabores son puramente coreanos, porque no renuncian a bases como el doenjang (pasta de soja), gochujang (pasta de guindillas) o kimchi (col fermentada). Aperitivos como las aceitunas con aliño coreano 2,50 €, mantequilla de miso 3,75 €, bravas coreanas tapa: 4,20 € / plato: 7,90 €, ensaladilla coreana de mejillones en escabeche picante suave tapa: 5,60 € / plato: 10,90 €, arroz blanco especiado 5,80 €, tabulé con vinagreta de tamarindo y gochujang y verduras asadas (picante) 6,70 €, ensalada de tomate melocotón, albahaca y arroz 13,20 €, aguacate asado relleno de tartar de marisco tapa: 8,70 € / plato: 15,80 €. Fritos coreanos como las croquetas de marisco picante tapa (3 Ud.): 7,20 € / plato (6 Ud.): 12,90 €, croquetas de Bulgogi tapa (3 Ud.): 7,20 € / palto (6 Ud.): 12,90 €, mix de croquetas 16,90 €, korean fried chicken 13,20 €. La fusión de la cocina asiático-mediterránea también se puede encontrar en los platos principales, como el mollete David Chang con patatas fritas tapa: 7,50 €, mollete de pringá con patatas fritas tapa: 7,50 €, coles de Bruselas crujientes con romescu coreano 12,90 €, berenjena a la llama con salsa de yogurt y miso 12,90 €, bibimbap de ternera 14,90 €, ssam de ibérico con salsa picante de naranja 16,90 €, bulgogi de ibérico 17,30 €, un plato único que fusiona lo mejor de la cocina coreana con el sabor único y exquisito de la carne ibérica. Fuera de carta, unas alitas picantes super sabrosas 12,90€. De postre tenéis el lemon pie 6,50 €, brownie de jengibre 6,50 €, piñacoco 6,50 € o la torrija caramelizada 7,20 €. La carta de vinos es escueta pero interesante. Nosotros tomamos Marqués de Toledo 3,00€. Nuestra cuenta para tres personas 85,40€.

En definitiva, honestidad, equilibrio, poco artificio y lo mejor de las dos culturas gastronómicas. Hay un refrán entre los coreanos que dice: “Se puede determinar la habilidad culinaria de una persona a través de la degustación de su Jang (salsa coreana fermentada)”. La habilidad culinaria de Watágatá se define en una carta que resume la capacidad de síntesis Corea-España de este equipo lleno de pasión y de talento. Un punto de encuentro y convivencia de las escuelas, de los amigos, de las familias de estos dos maestros de artes marciales, que se adentran así en la hostelería sevillana. Descubre la primera fusión en Sevilla entre técnicas y preparaciones coreanas e ingredientes españoles. Un lugar estiloso e íntimo, donde Oriente y Occidente se encuentran en armonía para presentar una experiencia culinaria diferente y enriquecedora. Si ya os habéis cansado de probar chinos o japoneses, dadle una oportunidad a la cocina de Corea porque os van a explotar las papilas. Mucho nos sorprendería que no fuese una de las revelaciones del año. Gracias por vuestra hospitalidad y mucha suerte. Tenéis que conocerlo.

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