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La cocina Palestina posee una gran cantidad de platos que sus cocineros comparten en todo el Medio Oriente, sus plantillas son las mismas desde Gaza hasta Alepo. Para mi paladar, al menos, hay poco que distinga a los kebabs y hummus de una zona u otra de esta parte del mundo. Tradicionalmente, los platos del canon de cocina casera palestina se suelen preparar con esmerado cuidado. Las calabazas persas se ahuecan con tanto cuidado como si fueran a convertirlas en pequeños instrumentos de cuerda en lugar de rellenarlas con arroz y cebollas. Palitos de kefta de cordero, increíblemente delicados, se hornean con pimientos, cebollas y patatas en una salsa de limón espesada con tahini. Pero ¿Existe una auténtica cocina Palestina? La realidad es que sí, aunque no sea exclusivamente palestina, y eso sin contar con las usurpaciones sufridas. La cocina palestina existía antes del actual Israel, donde deberían convivir sin falsificaciones ni apropiaciones indebidas, la cocina judía, originada en la diáspora, con la auténtica cocina local, sedimento secular de sucesivos avatares históricos.
En Sevilla es difícil encontrar un restaurante que sirva cocina Palestina. Hoy hacemos parada en un Street food Palestino en el centro de la ciudad. Platos gourmet cocinados por su equipo en un ambiente colorido y alegre. Al frente del negocio están los hermanos Mohanad Lafi y Majd Lafi. Estos dos jóvenes emprendedores le muestran a los sevillanos la cocina palestina, sin comprometer el sabor y aroma, pero renovando la presentación y elaboración. M4 es un espacio colorista, inundado de luz de sus enormes cristaleras a la calle, sillas metálicas pintadas de colores, mesas con tapas de mármol, sillones corridos de mampostería, paredes de azulejos blancos y un bonito suelo hidráulico. Al frente, una barra de servicio de madera con la cocina detras. Curiosidades como un maniquí con la ropa tradicional de las mujeres palestinas o la colección de tarbushs, el típico sombrero rojo musulmán, que tienen colgados en las paredes. Pero lo que realmente llama la atención son sus murales con personajes famosos de Andalucía, algunos con sombreros musulmanes, como el Pali delante de las columnas de la Alameda, Carmen Sevilla o Camarón. Una decoración sencilla pero agradable. El restaurante debe su nombre a que en la familia Lafi, son 4 hermanos con nombres que empiezan por la letra “m”.
Una pequeña carta con lo más representativo de la cocina callejera de este país: Rolls (panes de tortilla de trigo) de Ternera 5,90, Pollo 5,50, Kufta 5,50 o de Pollo empanado 5,50, Hamburguesa clásica 5,90, La Loba 6,70, La Vegana 6,70, La M4 de vacuno con cheddar 6,90, La Loca de pan brioche con vacuno y bacon 7,80, La Dooooble (vacuno 360gr) 9,60, Falafel con Hummus (4 unidades) 5,50, Lagrimitas de pollo 4,90, Patatas con carne y queso (pollo o ternera) 5,50, Hummus vegano 4,20, Hummus carnívoro 5,90, Tapa de falafel al alioli 4,00 y las Ensaladas César 4,50 y Ensalada griega 4,50. Pero si alguien pensaba que el recetario se termina con el Hummus y el Falafel, es porque no ha probado sus extraordinarios bocadillos como el Philly Cheese Steak 6,40 (Carne vacuno, salteado de verduras y queso fundido), Kufta 5,80 (Carne picada con salteado de verduras) o el Philly Chicken 5,80 (Pechuga de pollo con verduras a la plancha). Trabajan con todas las plataformas para que la comida os llegue a casa: ubereats.com, glovoapp.com, just-eat.es
Por su comodidad, sabor y valor nutritivo, el street food de Oriente Medio es una opción popular para personas de todas las edades y culturas por todo el mundo. Es la forma habitual de comer de la mayoría de estos países, de hecho, muchos de los platos de la cocina Palestina podrían considerarse callejeros. Es algo que se está perdiendo en los países más desarrollados teniendo que alejarte del centro para encontrar esos puestos, ese estilo de vida y esa forma de socializar. Adentrarse en la despensa Palestina suena a viaje lejano y, sin embargo, ya hay fogones en Sevilla dispuestos a servirnos la aventura. Aquí podéis encontrar lo mejor de la comida callejera Palestina en un lugar acogedor y cuidadosamente elaborado. Recomendable.
