Avenida del Guadalquivir, 5 41320 Cantillana
Teléfono: 641 61 44 49
Cantillana se sitúa en el centro de la provincia de Sevilla, a unos treinta kilómetros de la capital, junto al río Guadalquivir y en un entorno con una identidad muy marcada por la agricultura (naranjas, algodón), y un importante patrimonio cultural y religioso. Durante mucho tiempo, la hostelería local estuvo ligada a bares y restaurantes de cocina clásica, pensados principalmente para sus parroquianos. Sin embargo, la cercanía con Sevilla y la mejora de las comunicaciones han ido despertando el interés de comensales de fuera, que hoy se desplazan hasta la localidad atraídos por propuestas que ofrecen algo distinto sin renunciar a los sabores reconocibles. En ese escenario surge el proyecto de José Antonio Espinosa, que desde muy joven tuvo claro que quería dedicarse a la cocina y hacerlo en su tierra. Tras formarse en Constantina y trabajar como cocinero en Sevilla, decidió emprender en Cantillana con apenas 21 años, convencido de que podía desarrollar un proyecto propio sin alejarse de su entorno. Más adelante se sumó Ismael Hernández, encargado de la sala, con quien dio forma a una idea más ambiciosa que cristalizó en Dúplex, inaugurado en 2018 en un local de dos plantas que acabaría dando nombre al restaurante. Los años posteriores, marcados por la pandemia, impulsaron el traslado a un espacio más amplio y funcional en la avenida del Guadalquivir, un paso que permitió al proyecto crecer y consolidarse como uno de los referentes gastronómicos de la zona.
La decoración de Dúplex responde a una idea clara: romper con lo convencional y ofrecer en Cantillana un espacio con identidad propia y una estética actual. Desde el primer momento, el interior transmite frescura y personalidad gracias a una paleta de colores viva y bien equilibrada, alejada de los estilos más clásicos de la zona. El gran protagonista del espacio es el mapa ilustrado de Cantillana que preside la sala, una pieza visual potente en la que se resaltan los lugares y monumentos más representativos del municipio, convirtiendo la pared en un elemento narrativo y cultural. Esa explosión cromática no se queda solo en los murales, sino que se extiende a la vajilla y a la presentación de los platos, creando una coherencia visual entre el espacio y la propuesta gastronómica. Las mesas, de altura baja y amplias, están pensadas para favorecer la comodidad y una experiencia relajada, invitando a disfrutar sin prisas. La combinación de materiales cálidos, iluminación cuidada y elementos gráficos contemporáneos refuerza un ambiente cercano, moderno y acogedor. En conjunto, la decoración de Dúplex no es solo un acompañamiento, sino una parte esencial de su personalidad y de la experiencia que ofrece al comensal.
La carta de Dúplex se construye sobre una cocina pensada para todos los públicos, con platos sencillos que parten de la tradición y se reinterpretan con un enfoque actual. La propuesta invita a compartir y a disfrutar sin prisas, con una primera parte dedicada a entrantes como la ensaladilla de atún, empanadillas de morcilla y manzana, ensalada de pollo crujiente, anchoas, hummus con berenjena frita y miel de caña o patatas bravas, con precios que suelen moverse en torno a los 4–10 euros. Para compartir destacan platos como croquetas, chocos fritos con tártara, langostinos envueltos en albahaca y pasta filo, alitas de pollo barbacoa o fideos chinos con solomillo ibérico, entre los 5 y 9 euros de los fideos. En los platos principales y sugerencias aparecen elaboraciones más contundentes como arroz marinero con mariscos, canelón de pollo asado, tartar de salmón con guacamole, solomillo ibérico, revuelto de bacalao, presa ibérica, huevos estrellados con presa y jamón, hamburguesa de lomo bajo o lomo bajo de vaca madurada, con precios orientativos que van desde los 10 hasta los 18 euros. Para terminar, la carta de postres incluye opciones clásicas y golosas como cremoso de chocolate con galleta Lotus, tarta de queso, tarta de coulant, flan de huevo con nata y almendras, con precios aproximados entre los 3,5 y 5 euros, cerrando una propuesta equilibrada y pensada para todos los gustos.
Dúplex podria ser una excusa perfecta para salir de Sevilla y poner rumbo a la comarca de la Vega del Gudalquivir. No hace falta una ocasión especial: basta con la curiosidad de sentarse a la mesa en un restaurante que ha sabido reinterpretar la cocina de siempre con una mirada actual. En apenas media hora, el ritmo de la ciudad queda atrás y aparece un espacio donde el producto, el ambiente y el trato cercano marcan la diferencia. De esa forma, podemos afirmar que Dúplex no es solo un sitio donde comer bien, es una experiencia que justifica el desplazamiento para descubrir Cantillana y comprobar que, a veces, los mejores planes gastronómicos están a pocos kilómetros, esperando a quien se atreva a salir del los establecimientos habituales.
