Calle Santo Domingo de la Calzada, 6, 41018 Sevilla
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El kazoku era un sistema de títulos nobiliarios hereditario del Imperio Japonés que se mantuvo desde 1869 hasta 1947. Del mismo modo, kazoku significa “mi familia”. Un homenaje a su linaje y su herencia, que Willy Trujillo, dueño del Grupo hostelero Norte Chico, ha elegido para su nuevo proyecto en Nervión. Willy acaba de abrir además otra sucursal de Norte Chico en Triana (Farmacéutico Murillo). Este huaralino lleva más de 20 años afincado en Sevilla, y desde que abrió su primer negocio junto a su esposa Ofelia Ortiz, su propósito siempre ha sido servir los sabores más fidedignos de la gastronomía peruana. En esta nueva apertura puesta en marcha hace unos meses, se ha vuelto a decantar por la cocina Nikkei, como ya sabéis, el tipo de gastronomía que combina elementos japoneses con peruanos. La cocina Nikkei es la que consigue fusionar la comida de ambos países, que, aunque no lo parezca están estrechamente relacionados. Remontándonos a finales del siglo XIX encontraremos un acuerdo entre ambos países por el que muchas familias japonesas se desplazaron a Perú como mano de obra para trabajar con materias como el algodón. La comunidad fue creciendo y es una de las más extensas en la cultura Nikkei, un término referido a los emigrantes de Japón. De esa comunidad se construyeron los platos de la cocina Nikkei. Platos con una condimentación menor a los que se pueden encontrar en la gastronomía japonesa y con unos tiempos de preparación inferiores a los de la cocina japonesa tradicional.
La singularidad de la cocina peruana contemporánea se debe no solo a su recetario propio y a las dos grandes ramas nikkei, sino también a la cocina chifa, que es la desarrollada por la comunidad china que emigró a Perú después de la Segunda Guerra Mundial. La diferencia básicamente entre una y otra es que la nikkei tiene muchos más productos crudos, y juega mucho con los sabores del jengibre, el aceite sésamo, el sake dulce, el atún deshidratado y el dashi, mientras que las recetas chifas suelen ser más cocinadas. En Sevilla, la cocina nikkei está diseminada en muchos restaurantes, aunque pocos se autodefinen con esta etiqueta. Kazoku Cocina Nikkei, sin embargo, la lleva en el nombre. Pero, ¿Cómo es el espacio en kazoku?. Entramos en un establecimiento agradable y colorista, con dos grandes murales urbanos inspirados en los dibujos de Farid Rueda, obras que llaman la atención sobre los conflictos sociales y medioambientales. Un local moderno de luz cálida, suelos de terrazo imitando madera, dos muros de piedra rústicos y una gran barra de servicio a la izquierda. Las mesas se distribuyen en un amplio salón diáfano en la zona delantera y otro más reservado al fondo. Nos atiende Daniela, una agradable colombiana que nos orienta sobre la carta.
Willy Trujillo y su equipo se han ganado la reputación de elaborar exquisitos bocados en los que se combina el purismo en la técnica y la laxitud suficiente como para incorporar productos mediterráneos y combinaciones más creativas. La carta es un viaje por los sabores andinos redimensionados a los gustos de Sevilla, pero sin olvidar su origen peruano. Partiendo de esta premisa, en todos los platos demuestran solidez e intención con un gran protagonista: el producto. Pero antes de disfrutar la comida, es imprescindible saborear un pisco sour, la bebida nacional de Perú. Entrantes como los tres tipos de causas, anticucho 9,00€, navajas batayaki 10,00€, croquetas de ají de gallina 10,00€ o las boliyucas con queso 8,00€. Hasta siete tipos de tiraditos, como el tuna tataki 12,00€, pulpo al olivo 12,00€, vieiras acevichadas 8,00€ o el pulpo parrillero 12,00€, entre otros. Exquisitos nigiris que aquí manejan con maestría: Batambo 4,00€, Inka 4,00€, A lo pobre con ternera 4,00€, salmón dulce 4,00€, anguila 5,00€ o el Kazoku con crema de rocoto 4,00€. Gyosas de pollo, ternera y pato 5,50€. Ceviches nikkei 15,00€, wasabi 15,00€ o el clásico de pescado blanco 15,00€. Makis como el Batambo 13,00€, acevichado 12,00€, kankama 12,00€ o lo maxis de lomo salteado o ají de gallina 13,00€. Como platos principales tenéis el lomo de ternera flameado 13,00€, ají de gallina 13,00€, arroz con pato 15,00€, chaufa de pollo 13,00€, costilla glaseada 9,00€, loche nikkei 15,00€, yaki loon 13,00€ o yakimeshi 11,00€. De pokes el crazy con atún y salmón 10,00€, vegetariano 8,00€ o el de pollo teriyaki 10,00€. Probamos un tiradito, el chaufa y unos makis de salmón. Todo sabroso, fresco, colorido y bien de precio.
En definitiva, una mezcla que da lugar a platos muy destacados y con sabores curiosos. Nuestro paso por Kazoku nos deja entrever el objetivo de Willy de llegar a ser percibido en Sevilla como un valioso actor de la mejor gastronomía peruana. La cocina nikkei está por descubrir en Sevilla, y kazoku quiere y puede liderar la etiqueta. Kazoku es un coqueto rincón de Nervión que ofrece una cocina fusión de estilo contemporáneo, donde utilizan productos locales en reinterpretaciones de la alta cocina peruana actual, incorporando sabores y gustos de aquí, pero sin perder un ápice su esencia. Todas las elaboraciones de Kazoku se deben al buen trabajo de un equipo en el que intervienen la esposa de Willy y sus cocineros, poniendo en común su experiencia para lograr elaboraciones de calidad que sorprendan a los comensales con sus sabores. La cuenta final para dos persona fue de 45,00€, incluidas bebidas. Lo cierto es que nos alegra que este empresario peruano siga adelante con su cruzada por traernos lo mejor de la cocina de su país a nuestra ciudad. Tenéis que conocerlo.