Plaza Jaguey Grande, 16, 41927 Mairena del Aljarafe
Teléfono: 954 18 01 82
La apertura de una estación de metro no solo transforma la movilidad de una ciudad: también redibuja el mapa económico y social de su entorno inmediato. Cada boca de metro es un nuevo epicentro en potencia, un lugar donde los negocios florecen al ritmo de los pasos que entran y salen a diario. Cafeterías, bares, tiendas y servicios se agrupan en torno a estas arterias subterráneas, conscientes de que la ubicación es medio camino hacia el éxito. En Sevilla, uno de los mejores ejemplos de cómo una infraestructura puede impulsar una historia local es el caso del Bar El Metro. Este establecimiento nació en 2007, cuando la línea 1 del metro aún era una promesa y no una realidad tangible. A pesar de las obras y la incertidumbre del calendario, Antonio García Velasco y su esposa, Ana María Martín Beleño, decidieron apostar por la zona. Antes de dar el salto al actual local, regentaban un pequeño bar de igual nombre a pocos metros, un espacio modesto con apenas tres o cuatro mesas, pero con una clientela fiel y un sabor muy definido.
Con el tiempo y el empuje familiar, el negocio evolucionó. Hoy es su hijo, Antonio, quien lo gestiona con la misma dedicación, y el bar ha ganado nombre propio entre los sevillanos. Especialmente por una de sus estrellas indiscutibles: el serranito. Tanto es así que El Metro está considerado por muchos como uno de los mejores lugares para disfrutar este clásico bocadillo sevillano, que aquí alcanza un nivel difícil de igualar. El espacio combina funcionalidad y amplitud tanto en su interior como en su terraza, ofreciendo un establecimiento cómodo para clientes de todo tipo. En el interior, el ambiente es sobrio y ordenado, con suelos de terrazo en tonos cálidos, sillas negras con respaldo clásico y mesas bien distribuidas. Destaca un mural que aporta carácter con una vista elegante de una bodega tradicional, que conecta sutilmente con el alma sevillana del local. La terraza exterior, completamente cubierta por toldos, es uno de sus grandes atractivos. Las mesas altas conviven con las clásicas sillas de plástico, en un entorno desenfadado y práctico, ideal para cualquier hora del día. No falta el toque nostálgico: una máquina de bolas de colores que recuerda que este es también un lugar para familias y para quienes crecieron con pequeños placeres sencillos.
La carta del Bar El Metro esta especializada en comidas caseras, un homenaje a la cocina popular andaluza, pensada para satisfacer tanto a quienes buscan una tapa rápida como a quienes vienen con ganas de un buen almuerzo. En los aliños destacan platos como la ensalada “El Metro” (con queso viejo y alcaparras, 9 €), la ensalada de pulpo, la ensaladilla o el clásico atún encebollado (3,50 €). También ofrecen chacinas como jamón ibérico, mojama (3,50 €) o queso puro de oveja. Los montaditos abarcan desde la tradicional pringá (3 €) hasta el de bacalao con salmorejo, pasando por opciones como palometa con queso fresco, choricito con roquefort o gambas con alioli. Pero la estrella indiscutible son los serranitos, entre ellos el de pollo o lomo (5,50 €), el completo con tortilla y queso (6,50 €), el serranito de calamares con alioli (6 €) o el miniserranito completo (4,50 €), que muchos consideran de los mejores de Sevilla. La carta incluye también carnes como solomillo al whisky, al roquer o a la carbonara (4 €) o presa ibérica o entrecot de ternera (16,00 €, pescados como boquerones fritos, calamares, huevas o chipirones plancha (4 €), y una sección de revueltos donde se puede elegir entre espárragos, bacalao, champiñones o morcilla con piñones y pimientos del piquillo (10 €). Para los que buscan una comida más completa, también ofrecen platos combinados, perfectos para el menú del día o un almuerzo rápido pero contundente. El local cuenta con tartas caseras, tres chocolates, de queso con dulce de leche, de galletas y tarta de la abuela (4 €). En definitiva, una carta extensa, variada y con precios muy accesibles.
Bar El Metro no es solo un punto de encuentro junto a una estación de metro: es un ejemplo vivo de cómo la gastronomía, el esfuerzo familiar y una ubicación estratégica pueden convertir un sencillo bar de barrio en todo un referente local. Con su cocina honesta, su ambiente acogedor y su legendario serranito, este establecimiento ha sabido ganarse un lugar en el corazón —y el paladar— de sevillanos y visitantes. Porque en Mairena, cuando el hambre aprieta, la parada obligatoria está clara: El Metro.