Calle Virgen de las Montañas, 17, 41011 Sevilla
Teléfono: 955 19 51 18
Viejo Tito Montañas es uno de los eslabones más representativos de la sólida trayectoria hostelera de Rodrigo Parladé en Los Remedios, un barrio que conoce palmo a palmo y donde ha sabido crecer sin perder identidad. Heredero de una saga familiar ligada a la restauración desde los años setenta, Parladé gestiona hoy cuatro establecimientos en la zona, desde el histórico Viejo Tito hasta El Caña, y ya proyecta un quinto en Triana. Su filosofía se apoya en una idea clara: atender al cliente de cercanía, escucharle y ofrecerle una cocina reconocible, bien ejecutada y a precios que permitan volver con frecuencia. Presente a diario en todos sus locales, Rodrigo defiende una hostelería “a pie de calle”, donde el dueño está, observa y participa. Viejo Tito Montañas nace así como una versión más amplia y actual del clásico, pensada para seguir siendo un punto de encuentro familiar y cotidiano.
Viejo Tito Montañas sorprende por un interiorismo cuidado, elegante y muy acogedor, donde se combinan elementos contemporáneos con guiños clásicos. Predominan los tonos verdes en el mobiliario fijo, vitrinas y zonas de barra, aportando frescura y coherencia con la identidad de la casa. Las sillas tapizadas en terciopelo color teja añaden calidez y confort, mientras que las mesas de madera natural equilibran el conjunto. El uso de papeles pintados con motivos botánicos refuerza la sensación de bienestar y conecta con una estética natural muy en tendencia. La iluminación indirecta, integrada en estanterías y perímetros, crea ambientes íntimos sin perder luminosidad. El resultado es un espacio amplio, relajado y versátil, pensado tanto para comidas familiares como para encuentros más distendidos.
La propuesta gastronómica se articula en un bloque, equilibrado y fácil de entender. En entrantes, destacan la ensaladilla de langostinos al ajillo (3,50 €), el paté casero de hígado de ave (4,50 €), el queso viejo (10 €) o la paleta ibérica de bellota D.O. (21 €). En fritos, brillan las croquetas de puchero con hummus (9 €), lagrimitas de presa (13 €), choco frito (12,50 €) o el cachopo (16 €). Los revueltos y platos de huevo son uno de los sellos de la casa, con las pattas con huevo y chistorras o la milhoja de patatas, foie, jamón y huevos (14,50 €). Hay ensaladas frescas y woks (13–13,50 €), además de platos calientes como ravioli de ternera en salsa de foie (13 €), canelón de pato (15 €) o risotto de carrillada al PX (13 €). En carnes, desde presa ibérica (12 €) y tataki de presa (12 €) hasta solomillo de vaca premium (25 €). En pescados, atún a la plancha (10,50 €), bacalao gratinado con alioli de albahaca (14,50 €) o tataki de atún (10 €).
Viejo Tito Montañas consolida el proyecto de Rodrigo Parladé con una fórmula que funciona: respeto por la tradición, actualización inteligente y un profundo conocimiento del cliente local. El nuevo espacio gana en amplitud y comodidad sin perder el alma del Viejo Tito de siempre, manteniendo una cocina honesta, bien ejecutada y con toques de creatividad medidos. Es un restaurante pensado para repetir, para ir en familia o con amigos, donde el trato cercano y la regularidad pesan tanto como el plato. En un barrio exigente y fiel a sus costumbres, Viejo Tito Montañas se reafirma como un clásico contemporáneo, de esos que no necesitan estridencias para seguir llenando mesas.
