Calle Cromo, 32 Norte 41007 Sevilla (Polg. Ind. Calonge)
Teléfono 664045941
Hablando con Jordi Muñoz, empresario hostelero y amigo, me hacía dos preguntas muy interesantes: “¿En qué momento hemos dado por hecho que una hamburguesa puede costar 18 euros?” y otra aún más certera: “¿Se puede comer un menú de dos platos y postre por 11 euros, con garantía de calidad, y que además siga siendo rentable para el hostelero?”. A partir de esas reflexiones, surge una conversación sobre la cocina de polígono, esa que cada día da de comer a cientos de trabajadores y que, sin grandes alardes, sostiene buena parte de la vida gastronómica de la ciudad. Son locales que no abren de noche ni los fines de semana; su clientela es principalmente laboral, y su ritmo diario marca una dinámica particular: por un lado, el hostelero puede disfrutar de más descanso; por otro, debe hacer caja solo de lunes a viernes. En este contexto, el Polígono Calonge, en Sevilla, se ha consolidado en los últimos años como un espacio con una oferta hostelera cada vez más variada. Allí conviven bares de menú diario, locales de cocina tradicional, propuestas internacionales y restaurantes con una personalidad muy marcada. Entre ellos destaca Rancho Santana, situado en la calle Cromo, un rincón con encanto que combina el espíritu del sur con un aire alegre y muy personal. El proyecto está liderado por Jordi Muñoz y su compañera y socia Ana María Écija, quienes han sabido crear un concepto que une el sabor casero con un ambiente desenfadado, haciendo de Rancho Santana un referente dentro de la restauración del polígono.
Su decoración sorprende desde la entrada: un ambiente cálido y colorido que mezcla lo rústico y lo mexicano, con guiños al mundo del rancho y del oeste. El techo de vigas de madera aporta un toque tradicional que contrasta con el vibrante turquesa de las sillas y los marcos, un color que da vida y frescura al espacio. Las mesas vestidas con manteles estampados de flores y motivos étnicos llenan el comedor de energía y alegría, creando un ambiente acogedor y desenfadado. En las paredes, los cuadros y sombreros vaqueros evocan el carácter del lugar, mientras que los detalles naturales, como las plantas colgantes y el árbol decorativo del fondo, aportan un aire de patio andaluz. La barra, de madera envejecida, conserva el espíritu tabernero y sirve de punto de encuentro para los clientes que prefieren un tapeo rápido o una charla informal. La iluminación cálida, con lámparas colgantes de diferentes formas y tonos, refuerza la sensación de confort y convierte cada mesa en un pequeño refugio para disfrutar de la comida. En conjunto, Rancho Santana logra una mezcla única: un restaurante de carácter cercano, con alma de rancho y sabor sevillano, donde tanto la comida como el ambiente invitan a quedarse.
En Rancho Santana se disfruta del auténtico sabor casero con el inconfundible toque que Jordi da a sus elaboraciones. Entre sus guisotes de la abuela destacan las carrilleras al rancho (4,50€), unas exquisitas espinacas con garbanzos (3,80€), el tradicional pisto manchego con huevo (4,50€), las albóndigas de choco (4,50€) y la clásica carne con tomate (3,80€). El restaurante ofrece también una gran variedad de arroces, como el arroz con carrilleras (7,50€), el arroz con solomillo, cebolla caramelizada y queso de cabra (8,50€) o el arroz negro con chocos y langostinos (8,50€). Sus hamburguesas de vacuno 100% se sirven siempre con guarnición de patatas y ensalada. Entre las más populares se encuentran la Santana con queso y huevo (7,50€), la Ranchera (7,50€), la Cabrona con cabrales (7,50€), la Pibil (7,90€) o la clásica hamburguesa con queso (6,50€). Para quienes buscan un toque diferente, Rancho Santana propone su selección Tex-Mex: quesadillas de pollo, ternera BBQ o cochinita pibil (6,50€), burrito de pollo y cheddar (6,50€), enchilada Santana (4,50€) y los inconfundibles nachos valientes (6,50€). También dispone de ensaladas variadas desde 7,50€, y de una cuidada selección de pescados y friturillas, como el adobo casero (4,50€), los chocos (4,50€), la merluza frita al limón (4,50€) o los calamares del campo (6,50€). Su parrilla de carnes es uno de los grandes atractivos del local: tapas de solomillo con distintas salsas (4,50€), secreto con patatas (4,50€), pincho de pollo (4,50€), chorizo criollo (4,00€), chistorra (4,00€), churrascos de cerdo o de pollo (7,50€), lagartito ibérico (5,50€), lomo de ternera (6,50€/100 g), parrillada de verduras (8,50€) y la espectacular bandeja ranchera de un kilo (30,00€). En el apartado dulce, Rancho Santana ofrece postres caseros irresistibles: tarta de queso, tarta de crema y chocolate, tarta tres chocolates, tarta de manzana con helado y tiramisú casero, todas a 3,50€. El menú del día tiene un precio de 11,00 €.
Para comenzar la jornada con energía, el restaurante ofrece una amplia variedad de desayunos especiales, con bocadillos inspirados en el viejo oeste: el Río Bravo de cochinito con queso, el Johnny Guitar de solomillo al whisky o El Imperdonable de tortilla de patatas, entre muchos otros. Además, Rancho Santana organiza eventos para empresas y particulares: celebraciones, reuniones, cumpleaños y fiestas adaptadas a cada ocasión, siempre con su toque familiar y cercano. Al final, las dos preguntas de Jordi encuentran respuesta en su propio local. Sí, podéis comeros una buena hamburguesa por mucho menos de lo que pagáis habitualmente, y no por ello renunciar a la calidad, al sabor ni al mimo en la cocina. Y sí, también se puede disfrutar de un menú de dos platos y postre por 11 €, cuando detrás hay producto, experiencia y ganas de hacer las cosas bien. Así que, si estáis por el Polígono Calonge, no dejéis de conocerlo. Seguro que os sorprenderá descubrir que, entre naves y talleres, también hay sitio para comer bien y sentirse como en casa.














