Calle Torneo, 19, Casco Antiguo, 41003 Sevilla
Teléfono: 954 37 91 40
En Sevilla, ciudad de tapas, sol y cultura vibrante, también hay espacio para viajar con el paladar. Y si hablamos de cocina mexicana, La Tasca del Frijolito no solo es pionera, sino toda una institución. Mucho antes de que los tacos, las enchiladas o los margaritas se volvieran tendencia, este pequeño local ya llevaba años conquistando corazones y estómagos con sus recetas caseras y su ambiente festivo. Fundado en 1996, el Frijolito fue uno de los primeros restaurantes mexicanos en abrir en la capital andaluza. Desde entonces, el espíritu del local se ha mantenido intacto: cocina con cariño, atención cercana y un sabor auténtico que os transporta directamente a México. Pero si algo ha hecho que El Frijolito se mantenga durante tres décadas, es su cocina. Aquí se elaboran al momento platillos clásicos de la gastronomía mexicana: tacos, enchiladas, burritos, nachos, quesadillas y antojitos, todos ellos con ingredientes frescos y picante al gusto. Además, pensando en todos los públicos, también ofrecen platos vegetarianos, veganos, sin gluten y menús especiales para niños.
Con una historia que comienza en la primavera del 96, La Tasca del Frijolito se ha convertido en un rincón pintoresco donde la auténtica cocina mexicana brilla con todo su esplendor. Hablar del Frijolito es hablar de una historia de dedicación. María José, la actual propietaria, sigue fiel a la esencia que su madre inició, pero le ha dado un toque personal que los clientes habituales aprecian. “Abrimos un 14 de marzo y ya vamos camino de los 30 años. Fuimos de los primeros restaurantes mexicanos de Sevilla. Mi madre, Mercedes —aunque para todos era “Mami”—, fue la cocinera principal del Panchito, primer restaurante mexicano que hubo en Sevilla. Llegó a tener cinco establecimientos en la ciudad, y de ahí nació una tradición familiar que hoy sigue viva”. La decoración es una auténtica celebración del folclore y la alegría mexicana. Desde el primer vistazo, el ambiente te envuelve con sus colores vivos y su espíritu festivo. En el techo cuelga una piñata tradicional de siete picos hecha con papel de colores vibrantes, un símbolo lleno de historia que representa la lucha contra los pecados capitales. Las paredes de ladrillo visto están decoradas con imágenes de la Virgen de Guadalupe, figuras de Frida Kahlo, sombreros de mariachi, cactus artesanales, y rótulos vintage de marcas como Negra Modelo y Desperados. La barra muestra una cuidadosa selección de tequilas y mezcales, mientras que un refrigerador lleno de cervezas mexicanas completa el rincón más festivo del local. A todo esto se suma una terraza encantadora a un paso de la Barqueta, Isla Mágica y la Alameda de Hércules.
Este restaurante mexicano se caracteriza por su cocina casera y el uso exclusivo de ingredientes frescos, evitando productos congelados para asegurar sabor y calidad en cada platillo. La carta ofrece una amplia variedad de opciones tradicionales: para empezar, antojitos como frijoles refritos (4,20 €), frijoles con queso (4,60 €), nachos con queso y salsa (5,90 €) o quesadillas (4,50 €). Los tacos son protagonistas, con opciones como el taco de pollo (4,30 €), el taco salvaje con arroz y frijoles (6,50 €), el Texano (4,70 €) o el Gringo con chiles y carne (4,70 €). Entre las especialidades destacan la flauta de pollo (5,90 €) y la tinga mexicana (5,60 €), preparada con carne deshebrada en salsa chipotle y arroz. También hay opciones frescas como ensaladas variadas, así como hamburguesas que van desde la simple (5,50 €) hasta la Pancho Villa con huevo y guacamole (9,50 €), además de un perrito caliente para quienes buscan algo más sencillo (4,50 €). Para beber, vinos y cervezas nacionales 2,80€ y mexicanas 3,20€. El menú incluye una amplia carta de opciones vegetarianas y postres caseros como el burrito de Nutella, tartas y la Perla del Yucatán, todos a 4,50 €. Lo más importante de su cocina es la mezcla especial de quesos, nada que ver con el queso en lata que ponen en otros establecimientos mexicanos. Y, sobre todo, que todos los guisos son caseros y elaborados diariamente, de forma tradicional. Su salsa casera con base de tomate triturado es otro de los secretos mejor guardados: Y es que aquí, el secreto está en la salsa.
La experiencia se completa con pequeños detalles que marcan la diferencia: Wi-Fi de alta velocidad, pagos con tarjeta o Ticket Restaurant, comida para llevar, menús especiales para grupos o estupendos cócteles, como su famosa margarita. Todo pensado para que solo tengáis que preocuparos de disfrutar. Por eso, ya sea que busquéis una comida familiar, una cena diferente o simplemente un buen lugar donde compartir una cerveza con amigos, La Tasca del Frijolito es una apuesta segura. Una mezcla perfecta de tradición mexicana con corazón sevillano, sabor, cercanía y folclore azteca. Nos ha encantado volver. Gracias a María José por su hospitalidad. Tenéis que conocerlo.