La Lola Abacería y Tapas

Calle Nogal, 2C, 41909 Salteras, Sevilla
Teléfono: 608 13 27 36

Hablar de La Lola en Salteras es hablar de una historia de constancia, esfuerzo y pasión por la hostelería. Su alma máter, Lola Bueno López, nació en la sevillana calle Torneo, pero hace más de una década decidió echar raíces en este pueblo del Aljarafe. Con apenas 16 años ya se movía entre bandejas y mostradores, primero en la Confitería Osuna y más tarde en el Mesón Doñana, dentro de la galería del Carrefour de Camas. Esa formación temprana le dio el pulso necesario para entender que la hostelería no es solo trabajo, sino también vocación. Su gran oportunidad llegó en la abacería de Salteras, donde empezó como empleada hasta que terminó quedándose con el local mediante un traspaso. Desde entonces, han pasado ya diez años en los que La Lola se ha consolidado como un referente gastronómico en la zona. La esencia sigue presente en cada rincón: chacina de Huelva que trae un proveedor de Valencina, una barra que mantiene el aire de ultramarinos y una cocina que funciona con eficacia. A pesar de estar rodeada de locales emblemáticos de Salteras, la terraza de La Lola se llena cada noche de parroquianos que saben que aquí se come bien y a buen precio.

La decoración de La Lola refleja la esencia de un espacio cercano, moderno y al mismo tiempo tradicional, pensado para que cada visita sea una experiencia completa. Su amplia terraza exterior, equipada con mesas y sillas blancas de diseño funcional, invita a disfrutar de las noches frescas bajo las palmeras, creando un ambiente relajado y mediterráneo en plena calle. Al entrar, el interior sorprende con un estilo acogedor donde predominan los tonos neutros: mesas de madera clara, sillas modernas y un suelo de mosaico geométrico que aporta un aire elegante. La iluminación corre a cargo de lámparas colgantes de estilo industrial, que dan un ambiente agradable, demasiado blanca la luz para mi gusto. En un lateral, una pizarra con el menú escrito a mano refuerza la cercanía y frescura de la propuesta gastronómica. Pero sin duda, el gran valor añadido es la enorme terraza, un espacio abierto y luminoso que invita a disfrutar de la gastronomía con calma, al aire libre y en buena compañía. Es el lugar perfecto para prolongar la sobremesa, dejarse llevar por el ambiente distendido y vivir la esencia de La Lola en su máxima expresión. Como complemento, la zona de abacería aporta un toque de autenticidad con su cámara de frío y la exposición tradicional de chacinas y embutidos de primera calidad, evocando la memoria de las tiendas de ultramarinos de siempre. El conjunto convierte a La Lola en un lugar donde se respira tanto la comodidad de un bar actual como el encanto de las casas de comida de antaño.

La carta presenta una amplia selección de tapas, comenzando por los panes de la casa (9,50 €), patés de ciervo, perdiz o de secreto ibérico (5,50 €), patatas fritas con todo tipo de salsa (roquefort, cheddar y bacon, salsa brava o con alioli) (3,90 €). Si queréis algo más fresco, os recomendamos la ensaladilla de langostinos o de remolacha (3,90 €), las ensaladas con rulo de cabras y miel, la ensalada mixta, o con bacalao ahumado (6,00 €) además del pastel vegetal de atún o los huevos rellenos. Tapas calientes como el burrito de carrillá con crema de queso (6,90 €), cachitos de lagartito con patatas (3,90 €), carrillada de cerdo en salsa (4,20 €), cazuela de langostinos al ajillo (8,00 €), cazuela de patatas con huevo y chorizo, bacon o queso (3,90 €), chipirón frito o plancha (4,20 €), croquetas de puchero, de queso de cabra (3, 90 €), lagrimitas de pollo (4,50 €), milhoja de solomillo con rulo de cabra (4,50 €), mini flamenquín de roquefort (4,20 €), pan bao de carne desmechada (6,90 €) o los tacos mexicanos (4,90 €), entre otros. Los amantes del queso y la chacina disfrutarán con el queso payoyo, el chorizo, la caña de lomo, el salchichón ibérico o el surtido (12,00 €). Para quienes disfrutan de la carne, ofrecen las hamburguesas de novilla con cebolla frita y bacon, con huevo frito o con queso de cabra (9,00 €), lagartito ibérico, pluma, solomillo (12,00 €) y la jugosa presa ibérica a la plancha con pimientos de Padrón (14,00 €). Si queréis algo más ligero, podéis probar los revueltos de bacalao dorado y de morcilla (9,00 €). Y para compartir en solitario nada mejor que los mini serranitos (3,20 €) o algunos de sus montaditos. Todo ello acompañado de vinos seleccionados y cerveza bien tirada para redondear la experiencia.

Hoy, su cocinera Sara, trabaja los fogones con solvencia, mientras que en la terraza y el salón el equipo formado por Daniel, Manuel, Adrián y Sonia imprime dinamismo y cercanía. Jóvenes, atentos y profesionales, hacen que el servicio sea ágil y cálido a la vez, un reflejo de la progresión que el local ha vivido en esta última década. Comer en La Lola no es solo disfrutar de una experiencia que combina tradición y hospitalidad, sino también saborear cada detalle con autenticidad. Nuestra cena para tres personas costó 47,30 €, una prueba de que comer bien en Salteras puede ser, además, accesible. Muchas gracias por vuestra hospitalidad. Volveremos.

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