Calle Antonio Machado, 38, 41900 Camas
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Camas mantuvo durante años una oferta gastronómica tradicional que atraía a muchos curiosos de toda la provincia. Sus bares y tabernas se centraban en las tapas clásicas, los desayunos sencillos y los productos de siempre, reflejo de la vida tranquila del municipio. Sin embargo, para muchos vecinos, esa estabilidad también suponía una cierta falta de novedades: los jóvenes de la época con ganas de experimentar, teníamos que trasladarnos a la capital para encontrar propuestas más atrevidas y contemporáneas. En los últimos tiempos, esta tendencia ha empezado a cambiar. Varios emprendedores locales, muchos de ellos recién llegados de experiencias en la capital o en otras ciudades, han decidido apostar por espacios con una visión más actual, donde el tapeo se reinventa y el desayuno o el brunch cobran protagonismo. Este fenómeno ha traído un soplo de aire fresco al municipio. Ya no se trata solo de disfrutar de las tapas de siempre, en la terraza de siempre. Camas comienza a consolidarse de nuevo como un punto de referencia gastronómico cercano a Sevilla, capaz de satisfacer tanto a los amantes de lo clásico como a quienes buscan propuestas más innovadoras. Lo que antes era un paseo por los bares de siempre, ahora puede incluir paradas en locales donde los desayunos, el tapeo creativo y la coctelería se mezclan con el buen ambiente, ofreciendo a Camas un presente mucho más dinámico y un futuro prometedor en lo gastronómico.
En pleno centro de Camas, junto al Ayuntamiento, acaba de ponerse en marcha un espacio que desafía lo convencional. La Chulapa es el fruto de una visión compartida entre Cristian y su padre, Javier Ocaña. Juntos han dado forma a un lugar con alma propia, pensado para conectar con la gente desde el primer vistazo. Cristian, madrileño de Orcasitas y sevillano por convicción, es un joven empresario con una sólida trayectoria en el mundo de la hostelería. Formado en la Escuela Europea de coctelería, ha pasado por locales tan emblemáticos como La Cacharrería o Lobo López, entre otros. Tras dos años viviendo en Camas, sintió que algo faltaba en el paisaje gastronómico local. Y decidió apostar por una propuesta que mezclara autenticidad y modernidad. La Chulapa se aleja de lo previsible. Su estética juega con los contrastes: tradición reinterpretada, colores que dialogan con la luz natural, y una puesta en escena que celebra lo andaluz sin caer en lo folclórico. Murales flamencos que cuentan historias, como el gran mural de Lola Flores diseñado por kato, un muralista de Camas que pinta por todo el mundo. El mobiliario invita a quedarse, creando una atmósfera que se transforma a lo largo del día. La terraza, que abrirá la semana próxima con 16 veladores, será el complemento perfecto a las poco más de 30 plazas del interior, ampliando la experiencia al aire libre. Desde desayunos con carácter hasta cenas con espectáculo, La Chulapa propone un recorrido completo, donde el diseño no es solo fondo, sino parte esencial del relato.
Pero el carácter de La Chulapa no se queda en lo visual. Su cocina defiende el producto local con convicción: pan artesano de Ángel Puchi, aceite jiennense de Jaleo, ibéricos de Galván, vinos de Lustau y cerveza Cruzcampo. La carta gira en torno a tapas pensadas para compartir, donde conviven recetas tradicionales con guiños internacionales. Por las mañanas, el protagonismo lo toman los desayunos y brunchs creativos, con tostadas que van del clásico al inesperado, acompañadas de fruta fresca, batidos y smoothies hechos por ellos. Las tapas se sirven en platillos metálicos, a modo del Mezze libanés o los thalis hindúes. Clásicos como las gildas de boquerón y piparra 2,00€, gilda de cecina 2,00€, gilda de anchoa 2,00€. Ensaladillas de pollo curry y mango 3,80€, de langostinos y hummus de remolacha 3,90€ o la ensaladilla de pulpo 4,00€. Carpaccio de jamón con salmorejo, queso de oveja rallado y AOVE, bocado steak tartar con mayo demiglasé 3,90€. Ensalada de canónigos y queso de cabra con vinagreta al PX 9,50€, patatas fritas (bolsa) con anchoas, boquerón, mejillón y aceitunas 4,20€, bastón brioche de anchoa con queso crema y cítricos 2,20€, tiradito de salmón ahumado con salsa de melocotón 4,20€, hummus de remolacha 3,50€, patatas aliñadas con cebolla morada y vinagreta al PX 3,60€, patatas ali oli 3,60€. Tapas calientes como el arroz del campo 4,80€, arroz negro con mayo de ajo negro 5,00€, tortilla de patatas con salsa de trufa 3,80€, pollo al roque con pera 4,20€, solomillo al whisky con cebolla caramelizada y queso de oveja rallado 4,20€. carrillada en salsa 4,20€ o los montaditos variados. Los jueves el espacio se transforma: cenas temáticas con menú cerrado de cuatro tapas por persona y botella de vino, y espectáculo sorpresa, que convierten cada velada en una experiencia que va más allá del plato.
La Chulapa celebra, conecta y da vida a Camas. Este músico, cantante y guitarrista, se define como un verdadero “tasquero”. Ese espíritu de Cristian es el que da forma a este espacio: una tasca del siglo XXI, con estética contemporánea y corazón castizo. Al hablar con él, se percibe una convicción firme. Lo único que quiere es que lo dejen trabajar. Porque lo que tiene entre manos es un proyecto honesto, sólido y con mucho futuro. La Chulapa rompe con lo establecido en la oferta gastronómica de un pueblo que empieza a reinventarse desde la cocina. Iniciativas como esta enriquecen la vida cultural y social del municipio, invitan a los vecinos a redescubrir su entorno y dan a los visitantes motivos para volver. La experiencia confirma que modernidad y acento andaluz no solo pueden convivir, sino crear momentos memorables desde el primer café hasta la última copa. La Chulapa abre todos los días de 8:00 a 20:00 h, con cenas los viernes y sábados. En definitiva, me hace muy feliz que este tipo de iniciativas se hagan realidad en mi pueblo. Mucha suerte en esta aventura.
