Paseo de las Delicias, S/N 41012 Sevilla
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Hay rincones en Sevilla donde la ciudad parece suspenderse, donde el ritmo cotidiano se suaviza y da paso a otra cadencia. Uno de esos lugares es el entorno de los Jardines de las Delicias, un espacio donde el trazado paisajístico y la riqueza histórica confluyen para crear un enclave único dentro del corazón urbano. Más que un parque, es un vestigio vivo de la Sevilla ilustrada, convertido hoy en escenario privilegiado para experiencias que escapan de lo ordinario. En este contexto reaparece, al inicio de su duodécima temporada, La Casa del Estanque: un proyecto de restauración y uso cultural-gastronómico que ha conseguido integrar actividad contemporánea y respeto patrimonial. La apertura coincide con el inicio del periodo estival en la ciudad. El edificio principal, un antiguo molino de agua datado en el siglo XIX, ha sido objeto de una cuidadosa rehabilitación que ha permitido recuperar su valor arquitectónico y funcional. En su configuración original, la planta baja albergaba un cuarto de aperos y en la parte superior se encontraba una noria hidráulica que abastecía una alberca. Hoy, dicha alberca constituye el estanque que da nombre al establecimiento y que conserva, aún, parte del espíritu hidráulico y natural del lugar.
Los Jardines de las Delicias, declarados Bien de Interés Cultural en 2004, ofrecen un marco de excepcional valor paisajístico. La intervención en este entorno ha sido diseñada para respetar tanto la vegetación preexistente como las estructuras de agua, integrando el restaurante en el paisaje sin renunciar a una propuesta de calidad en el ámbito gastronómico y de ocio nocturno. La arquitectura de La Casa del Estanque, inspirada en los estilos expositivos de la Sevilla de 1929, se alza en un entorno privilegiado, envuelta por una densa vegetación, fuentes ornamentales y zonas de sombra natural que invitan al recogimiento y al disfrute pausado. Aquí, los árboles centenarios parecen custodiar la memoria del lugar, mientras las láminas de agua reflejan la luz nocturna con una quietud que roza lo onírico. La Casa del Estanque ofrece mucho más que una propuesta gastronómica: es una invitación a sumergirse en un universo de sabores, texturas y sonidos que estimulan los sentidos bajo el cielo de Sevilla. Un sueño consciente, cuidadosamente diseñado, donde cada noche adquiere una dimensión distinta, hecha de tiempo detenido, buena compañía y atmósferas irrepetibles.
Su propuesta culinaria, siempre fiel a la esencia mediterránea, da este año un salto sensorial, abrazando la innovación con una carta renovada que supera los cuarenta platos. Tradición reinventada, ingredientes de temporada y una apuesta valiente por la cocina japonesa de autor. Nigiris de presa flambeada, uramakis con mango, shitake o atún dinamita: pequeños bocados que os transportan sin billete a Tokio desde el corazón de Sevilla. Junto a estas propuestas de inspiración oriental, no faltan los sabores de siempre: la carrillada que se deshace en mini brioche, los huevos rotos con matanza, las croquetas de caña de lomo o el arroz cremoso con setas y calabacín. Carnes con carácter, pescados cocinados al punto justo y postres que invitan al placer. Torrijas caramelizadas, cremas dulces, chocolates que se derriten en la boca como un recuerdo de infancia.
La Casa del Estanque constituye una propuesta que aúna contexto histórico, diseño contemporáneo y una programación cuidadosamente estacional, pensada para quienes buscan algo más que una cena: una experiencia completa en las noches sevillanas. Un lugar accesible pero exigente, que apela al gusto por los entornos bien concebidos, por la cocina hecha con rigor y por el equilibrio entre naturaleza y arquitectura. Y cuando el último plato se retira y la conversación toma el relevo, el espacio se transforma sin perder su esencia: la terraza de copas, envuelta en vegetación y música, ofrece un ambiente relajado donde cada cóctel prolonga la noche con natural elegancia. Diseñado para fluir, con capacidad para más de 400 personas pero un trato atento y cercano, La Casa del Estanque se revela como el refugio perfecto para las veladas estivales, ya sea en pareja, con amigos o en celebraciones especiales. Este espacio invita a sentarse, compartir, brindar y dejarse llevar. Las puertas ya están abiertas. El resto, sucede solo.
