La Carmela

Calle Monte Carmelo, 27 41001 Sevilla
Teléfono 678813088

La Carmela no fue una apertura más en una ciudad como Sevilla, donde nunca dejan de abrirse nuevos negocios de hostelería, sino una apuesta decidida, ambiciosa y arriesgada por un estilo de restauración que algunos creen que pasó de moda y otros estamos convencidos de que nunca se fue. Lo único que ha ocurrido es que el refinamiento y el lujo comedido son atributos más complejos de cara a generar ese molesto ruido de fondo que a veces afecta a la gastronomía. La Carmela es la apuesta de mi amigo Iván Valero por una cocina de alta calidad, sustentada en recetas que parten de fondos elaborados, con escabeches, emulsiones y aires que ayudan a separar distintos sabores en un plato y los integran de manera sutil. Pero comencemos por el principio. Iván Valero es un badalonés que a los 13 años no quiso seguir estudiando y su padre lo llevó a un bar cercano de su casa para que empezara a trabajar. En aquellos años la elección estaba clara, si no querías estudiar, tocaba trabajar. Su vida se desenvolvió entre cocinas en Cataluña, Baleares, Suiza o Andalucía. Una larga trayectoria que lo trajo a Sevilla, donde en 2015 abrió Ivantxu Espacio Bistronómico. Este cocinero que presume de ser completamente autodidacta, ha ido adaptando su cocina al gusto sevillano, hasta conseguir un proyecto que apuesta por un producto de alta calidad, con un nombre que rinde homenaje a su madre.

Para poner en marcha este negocio, y después de una gran obra, Iván ha incorporado una conexión con el local vecino de Ivantxu, duplicando su capacidad. Una fachada completamente acristalada que busca aprovechar al máximo tanto la luz natural como la artificial, ayudando así al confort de los clientes. El suelo del local fue idea de su mujer, María Álvarez, y es el mismo que podéis encontrar en L’Eixample en Barcelona. La gran sala diáfana, presidida por un mural colorista y expresivo, aporta carácter urbano sin renunciar a la sofisticación. Mesas altas para disfrutar de la barra de pintxos, que aportan un aire más dinámico e informal. También se conservan varias mesas bajas, pensadas para quienes prefieren un restaurante de corte más clásico. La barra de servicio luce un front bar de azulejos y un espectacular mostrador irregular fabricado en una sola pieza de madera de olivo. Para infundir dinamismo al espacio y crear estímulos visuales, se han incorporado grafitis de Mr.dark666, con un retrato de su madre o una original y colorida “Ivantxuneta” al fondo, que le dan una imagen urbana e impactante que te saca de contexto. Una cocina completamente a la vista se erige como protagonista principal; se ve al fondo al ingresar al restaurante y se mantiene presente en todo momento. Está dotada con tecnología TPB Tech de ocho fuegos, con encimera de inducción invisible. Es un espectáculo verlos cocinar y emplatar en el mismo sitio. Cubertería, vajilla y cristalería muy cuidada. Una “pompa” bastante controlada en los precios, como podréis comprobar.

La Carmela se reinventa como barra de pintxos, con una propuesta gastronómica hedonista, creativa y sin barreras, donde el producto brilla con luz propia y la técnica lo acompaña con respeto y precisión. La experiencia se articula en un menú de seis pases, a mesa completa, por 35€ (bebidas no incluidas), disponible todos los días, que condensa lo mejor de su cocina en formato degustación. La carta se amplía con bocados como el pan de masa madre con mantequilla noisette (2,50€), la Gilda Nostra (4,50€), la ensaladilla con huevas de maruca, melva y olivas (6,00€), foie gras con hojaldre caramelizado (8,00€), la ostra Guillardeau No. 3 con granizado de lima o con emulsión de jamón (7,00€), la antxoa sobada en casa, praliné de miso y cherrys (6,00€), Esqueixada de bacalao con kalamata y naranja (7,00€), las patatas bravas (5,00€), vieira en salsa de foie gras y manzana verde (6,00€), la butifarra al carbón con samfaina y salsas especiadas (6,00€), salmón con pilpil de espinacas (12,00€), la carrillera ibérica en su jugo con espuma de bearnesa (12,00€), el jarrete de ternera con salsa de tomate y puré de apio nabo (15,00€), además de guisos, pescados y mariscos del día y una selección de txuletas al carbón (precio según mercado). La carta se complementa con una cuidada selección de vinos, con especial protagonismo del Marco de Jerez y múltiples referencias por copa, pensadas para maridar cada pase con carácter y precisión. La Carmela no solo mantiene su esencia, sino que la condensa en una experiencia más ágil, sabrosa y cercana, donde cada bocado es una declaración de intenciones.

Iván Valero es un cocinero de sólida experiencia que ha decidido transitar su propio camino, ajeno a las exigencias del gastromercado y fiel a una visión personal que rehúye concesiones. Su reto es claro: ofrecer una propuesta que seduzca tanto al público más gastronómico como a quienes simplemente buscan disfrutar de un tapeo con personalidad en el barrio. En La Carmela se come realmente bien. La cocina fusión se despliega en directo desde unos fogones a la vista, con ritmo en la llegada de los platos, producto excelso y técnica depurada en sintonía con la cercanía al comensal. Es una cocina moderna, viajera y directa, pero también sabrosa, armónica y profundamente honesta. Cada pase refleja la claridad de ideas, el entusiasmo y el dominio técnico de Iván, que no esconde el legado atesorado, sino que lo transforma en una experiencia compartida. La Carmela es, sin duda, su proyecto más personal: un lugar para descubrir, disfrutar y celebrar la cocina sin etiquetas. “Aquello que se estanca, se empobrece. Por ello los conceptos necesitan de una ‘vuelta de tuerca’ que los haga crecer y avanzar”. Nosotros te seguimos en esta evolución.

CocinaBodegaServicioAmbientePrecio
55545
Nota: Puntuación sobre 5 como valor máximo

 

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