En los últimos años, los microgreens —también conocidos como microplantas— han emergido como una tendencia creciente en la alimentación saludable y la alta cocina. Se trata de brotes jóvenes de plantas comestibles cosechados en su primera etapa de crecimiento, cuando apenas desarrollan sus cotiledones. A pesar de su diminuto tamaño, estas plantas concentran entre 4 y 40 veces más nutrientes que sus versiones adultas, destacando por su riqueza en vitaminas (A, C, E, K) y minerales como hierro, magnesio y potasio. No deben confundirse con los germinados, ya que los microgreens se cultivan en sustrato, con luz, agua y aire, sin necesidad de pesticidas ni fertilizantes químicos. Perfectos para dietas veganas y saludables, estas microplantas añaden sabores intensos y una estética sofisticada a los platos, lo que ha captado la atención de chefs de renombre mundial. Además, su cultivo es posible en entornos controlados, permitiendo producción local, sostenible y continua durante todo el año. Algunas empresas andaluzas están apostando por este innovador segmento, combinando tecnología, nutrición y gastronomía para llevar este superalimento del futuro a nuestras mesas. Y es que Andalucía, con su riqueza gastronómica y su red de restauración cada vez más sofisticada, se presenta como un entorno idóneo para que estos brotes arraiguen con fuerza.
En una pequeña sala de cultivo en las afueras de Sevilla, con temperatura y humedad controladas al milímetro, germinan las semillas de un proyecto que une innovación agrícola, sostenibilidad y alta cocina: Brotes Verdes. Esta empresa familiar trabaja con microplantas cultivadas mediante sistemas hidropónicos, es decir, sin tierra y con soluciones nutritivas, lo que permite obtener vegetales jóvenes con una altísima concentración de sabor, textura y propiedades nutricionales. Cada semilla se cultiva cuidadosamente en sustrato de fibra de coco, siguiendo su plazo de germinación específico, de forma que el cliente reciba los brotes en su punto óptimo. El cultivo se realiza en salas con temperatura, humedad y riego controlados, lo que elimina la influencia de las condiciones meteorológicas y permite una producción homogénea durante todo el año. Se utilizan fertilizantes BIO y peróxido de hidrógeno para garantizar una desinfección segura y respetuosa con el entorno. Estos microvegetales, conocidos como microgreens, no son meros adornos culinarios. Se trata de brotes vivos, que aportan aroma y color a los platos, además de conservarse en perfectas condiciones durante más de siete días tras su recolección. Brotes Verdes los distribuye directamente al canal Horeca, entregando cajas vivas en una media hora a los restaurantes sevillanos, sin intermediarios ni embalajes innecesarios.
Detrás de este proyecto está Raquel Tirado, fundadora y alma de Brotes Verdes. Su historia es, en sí misma, una lección de valentía y reinvención. Tras años de carrera como directiva, decidió dar un giro radical a su vida y apostar por un emprendimiento que reuniera su pasión por las plantas, la cocina y el cuidado del entorno. Lo hizo de la mano de HY-FARM, una firma rumano-alemana especializada en cultivo hidropónico, y con el conocimiento técnico de su marido, ingeniero agrónomo. “Las instalaciones son modestas, pero están llenas de vida, de mimo y de dedicación diaria”, cuenta Raquel. Desde su arranque en abril de 2025, Brotes Verdes ha ido ganando presencia en cocinas profesionales, desde restaurantes de autor hasta locales con propuestas más tradicionales. Chef como Ricard Martínez ya han incorporado estos microvegetales a sus platos, reconociendo su versatilidad y el valor añadido que aportan. Entre sus clientes se encuentran nombres como Manolo León, Panrallao, Acento, Palo Santo, El Disparate, Ostras y Puñales o Petit Comité, entre otros, y se espera una incorporación aún mayor en septiembre, coincidiendo con la vuelta al ritmo habitual de la hostelería sevillana.
Raquel defiende que estos brotes no deberían limitarse a la alta gastronomía. “Nuestro objetivo es llegar a todos los restaurantes, no solo a los que tienen estrella Michelin. Por eso también queremos que los microgreens se integren en la formación de las escuelas de hostelería y las asociaciones gastronómicas”, explica. El reto, reconoce, está en que muchos cocineros aún no conocen su uso ni su potencial culinario más allá de lo estético. La carta de productos de Brotes Verdes incluye especialidades como rúcula, cebollino, girasol, rábano japonés, colinabo morado, mostaza, judía mungo, brócoli, col rizada, hierba de trigo o guisantes verdes, entre otros. Todos ellos, vivos, frescos y cultivados de forma natural. En definitiva, Brotes Verdes no es solo una empresa emergente: es un proyecto que fusiona agricultura de precisión, responsabilidad ambiental y cocina contemporánea. Una propuesta que demuestra que, con pasión, conocimiento y compromiso, es posible cultivar futuro… brote a brote.
