La Suculenta Sevilla

Calle José de la Cámara, 3, 41018 Sevilla
Teléfono: 954 95 22 89

Hablar de la unión entre la gastronomía marroquí y la cocina mediterránea es hablar de una combinación que despierta los sentidos. La riqueza de especias, aromas y tradiciones del Magreb se entrelaza con la frescura y sencillez de la dieta mediterránea, creando un cóctel capaz de transformar cada comida en una celebración. El resultado es un verdadero festival de colores y texturas, donde el comensal encuentra tanto la fuerza de la tradición como la ligereza de la modernidad. Esta iniciativa situada junto a la Buhaira, nace de la visión de Pura Gallardo, propietaria del local, que ha querido dar forma a un proyecto capaz de tender puentes entre culturas a través de los sabores. Para ello cuenta con la experiencia de Amine Boumehdi, chef que aporta autenticidad y creatividad tras una sólida trayectoria en restaurantes de referencia como Fusión y Tradición, donde trabajó junto a Ali Elkadoudi. Andalucía, con su herencia árabe todavía presente en sabores y costumbres, se convierte en el escenario perfecto para esta fusión. Y es precisamente en este contexto donde nace La Suculenta, un espacio que hace de la mezcla su mayor virtud.

El proyecto de La Suculenta no solo se refleja en la cocina, también en el cuidado del entorno donde se vive la experiencia. El local ha sido objeto de una gran reforma reciente que le ha dado un aire fresco y contemporáneo, sin perder la calidez necesaria para invitar al comensal a quedarse. En el interior destacan los tonos verdes de las paredes, en contraste con el mobiliario en tonos naranjas y detalles dorados, creando un ambiente vibrante y acogedor al mismo tiempo. La iluminación tenue, los cuadros que decoran los muros y el juego de espejos añaden profundidad al espacio, mientras que el montaje de las mesas, con vajilla de colores y copas de cristal fino, anticipa el cuidado que se pone en cada detalle. A ello se suma su amplia terraza en la calle José de la Cámara, junto al parque Blanco White, que convierte al restaurante en un punto ideal para disfrutar de la vida al aire libre, rodeado de un ambiente familiar y con el pulso tranquilo del barrio. El resultado es un espacio pensado tanto para una velada íntima como para reuniones más distendidas, donde la hospitalidad se fusiona con un ambiente cosmopolita. Un Gastrobarrio como ellos mismos lo denominan.

La propuesta gastronómica de La Suculenta se materializa en una carta diversa, donde cada plato refleja el espíritu de encuentro entre tradiciones. Para empezar, destacan elaboraciones como el Iberian Tataki de presa ibérica reposado con aceite de trufa blanca, encurtidos y parmesano, en formato tapa (6,00 €) o plato (15 €), o el Tataki andaluz, con atún rojo en costra de sésamo servido sobre cama de salmorejo cordobés (6,50 € la tapa, 17 € el plato). A estas opciones se suma la pulpodilla o ensaladilla de pulpo (4,50 €), la ensalada de pato con higos (15,00 €), la morcilla revuelta (13,00 €), el bacalao dorado (16,00€) o el volcán barbateño o tartar de atún (17,50 €). En el apartado de carnes aparecen apuestas originales como el Lagarto canario con papas arrugadas (5,00 € la tapa, 15 € el plato), el Angus burger (12,50 €), o el crepe de salmón marinado (10,00 €). La inspiración marroquí se plasma en propuestas como el Marruecos crujiente, con la que puede ser la mejor pastela de pollo de la ciudad (13 €), lasaña de vaca y huevo poché (11,50 €), la musaka de Angus (6,50 €) y en guiños al recetario árabe-andalusí como el Bacalao mozárabe, acompañado de pimientos asados y espárragos (6 € la tapa, 17 € el plato). El apartado vegetal no queda atrás: el Queso plancha con miel de caña y frutos secos (6,00 €) o la Ensalada fresca con burrata y tomates ecológicos (14 €) son opciones que muestran la versatilidad de la carta. Risotto trufado de boletus y arroz ibérico, disponibles tanto en tapa como en plato (aprox. 6–16 €). El recorrido finaliza con los postres de temporada, que varían según el día.

En definitiva, la carta de La Suculenta refleja con claridad la esencia del proyecto: un viaje culinario que une culturas, productos y recuerdos a través de los sabores. Cada plato funciona como un puente que enlaza oriente y occidente, ofreciendo al comensal una experiencia pensada para explorar sin prisas. Con una propuesta que va desde la frescura del Mediterráneo hasta la intensidad especiada del Magreb, el restaurante se consolida como un lugar donde la diversidad se celebra en la mesa. Y es precisamente en esa fusión, en ese diálogo constante entre orillas, donde La Suculenta encuentra su identidad más auténtica.

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