Pan de Azúcar Gastrobar

Calle República Argentina, 3, 41840 Pilas
Teléfono: 601 63 86 61

Llegar hasta Pilas implica abandonar el ruido de la ciudad y adentrarse en un paseo de unos 35 minutos que, aunque pueda parecer largo para los urbanitas, guarda la recompensa de los destinos que merecen ser descubiertos. El camino se convierte en antesala del placer, porque en esta localidad sevillana se esconde una oferta gastronómica capaz de justificar cada kilómetro recorrido. Entre sus rincones brilla con luz propia Pan de Azúcar Gastrobar, una experiencia que va mucho más allá de sentarse a la mesa. Al frente de Pan de Azúcar se encuentra Manuel López, un joven empresario pileño que dio sus primeros pasos en la hostelería de la mano de sus padres, Pedro y Matilde, al frente de La Cabaña, el conocido salón de celebraciones de Pilas y su chiringuito homónimo en Matalascañas. Esa escuela familiar le permitió conocer desde dentro el valor del esfuerzo y la hospitalidad, claves que marcaron su forma de entender la profesión. Con esa base sólida decidió emprender su propio camino y, en febrero de 2018, nació Pan de Azúcar Gastrobar, un proyecto que lleva implícito todo lo aprendido pero con un sello personal. En él, la tradición heredada convive con una visión fresca y actual, creando un espacio con personalidad propia donde la gastronomía se combina con música, buen ambiente y eventos.

El proyecto de Pan de Azúcar, firmado por Estudio Flop, concibe el local como un espacio versátil, apto para distintos momentos del día y estaciones del año. Exteriormente sobrio y contemporáneo, su interior sorprende por la calidez de la madera en techos, vigas y revestimientos, en diálogo con el metal de las luminarias y los tonos neutros. La barra, con su celosía cerámica reinterpretada, evoca la arquitectura tradicional andaluza y define la personalidad del espacio. La iluminación tenue acompaña tanto al tapeo informal como a las copas nocturnas, mientras el mobiliario favorece la comodidad y la conversación. El corazón del proyecto es la terraza, prolongación natural del interior, abierta gracias a grandes ventanales que difuminan los límites entre dentro y fuera. La luz se filtra a través de celosías y listones, proyectando sombras sobre el suelo de madera. Diferentes ambientes —mesas altas, rincones íntimos y amplias bancadas— se combinan con vegetación en jardineras que aportan un aire tropical, convirtiendo la terraza en un pequeño oasis en Pilas. Así, Pan de Azúcar ofrece una reinterpretación contemporánea de la terraza andaluza: un jardín habitable que invita a quedarse, disfrutar y descubrir su propuesta gastronómica.

Pan de Azúcar ofrece una carta variada que incluye tapas y raciones como ensaladilla de marisco (3,50 €), lagrimitas de pollo (3,50 €), camembert frito (4,00 €), croquetas caseras (5,00 €), patatas cheese bacon (7,50 €), timbales de calabacín y queso de cabra (10,00 €), gambón al ajillo o con alioli (10,00 €), gyozas (8,00 €), mini hamburguesa de pollo (4,00 €) y carrilla al chocolate azteca (4,50 €); panes y sándwiches como vegetal (7,00 €), pan tropical de salmón (10,00 €), pan de queso de cabra, pera y gorgonzola (10,00 €) o provolone (6,00 €); ensaladas “Baldo” (7,00 €) y de aguacate (6,00 €); pastas como sepia marinera (14,00 €), boloñesa (10,50 €), carbonara (11,00 €) o fettuccine de pera (12,50 €); salteados como chop suey (8,50 €), wok de pollo (10,50 €) o de presa de Angus (12,00 €); carnes como solomillo ibérico (18,00 €), ternera (24,00 €) o presa ibérica (18,00 €); arroces como risotto de boletus (8,50 €), tartufato (10,00 €), arroz negro (8,50 €), marinero (12,50 €), con carabinero (20,00 €) o tailandés (8,50 €); pescados y mariscos como tataki de atún (15,00 €), salmón del chef (14,50 €), pulpo a la marea (25,00 €), bacalao gratinado (13,50 €), ventresca de almadraba (30,00 €), almejas a la marinera (15,00 €); fuera de carta, ensaladilla de gambón (3,50 €), brioches de carrilla o pollo tikamasala (3,50 €), nachos con carne y guacamole (7,00 €), montadito de atún rojo (4,50 €), cazuela de solomillo al whisky (8,50 €), pan bao de calamares (3,50 €), taco de atún con tortilla de camarón (5,00 €) y poke de verduras con chipirón (8,50 €); sushi rolls Pan de Azúcar, California, roll frito o Manhattan (10,00 € cada uno); y postres como gofre Pan de Azúcar (6,00 €), helados artesanos (5,00 €), churro artesanal (6,00 €) y tartas caseras (4,50 €).

Pan de Azúcar ofrece, en definitiva, un sitio estupendo para un tardeo o para alargar la velada con una copa. Una experiencia redonda, no solo por la amplitud y el cuidado de su carta, ni por el espacio acogedor que invita a quedarse, sino por esa mezcla de profesionalidad y cercanía que solo se encuentra en proyectos hechos con corazón. Se nota la pasión y el esfuerzo detrás de cada detalle, desde la cocina hasta la atención en sala, y esa energía se contagia al comensal. Salimos con la sensación de haber descubierto un rincón único en Pilas, donde la experiencia heredada y la innovación conviven de manera natural, y con la certeza de que el camino nos ha merecido la pena. Un lugar al que, sin duda, volveremos. (Las fotos buenas son de Pedro Abbad).

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