Calle Joaquin Guichot, 12 41001 Sevilla
Teléfono 634 630 863
Todos conocéis algunos bares del centro de esos que siempre están llenos de “guiris” y la comida es mala y cara. Lo primero que piensas cuando te hablan de este local es que es uno de esos establecimientos donde te cobran a precio de oro una tapa de boquerones mal fritos, ideales para turistas incautos. Pero nada más lejos de la realidad. La Barandilla es un local pequeño con mucho encanto y algunas mesas en una terraza para disfrutar del buen tiempo. El trato de los camareros es profesional y agradable.
Muchas veces se descalifican bares de las zonas turísticas con el calificativo de «bar para guiris», aquí naturalmente que entran turistas, pero La Barandilla tiene características para ser un bar también para los sevillanos. Para ello cuenta con una cerveza fría y bien tirada y unas cuantas tapas de mérito como la torta de Inés rosales con pollo al curry o con aguacate y salmón , burrito de pollo picante, lasaña de setas, brochetas de solomillo macerado o de atún lacado, lingote de foie, papas bravas, una estupenda ensaladilla, rissoto de setas, carrillada ibérica, mini hamburguesa de buey, el tataki de atún o el solomillo con salsa verde. Y de postre una estupenda crema de torrijas. Si estas por el centro alguna mañana, es muy interesante para desayunar. El pan y el café estupendos. Además tienen una promoción que te regalan un desayuno después de cada seis. Tienen menú del día, y aunque los platos son pequeños, están bien elaborados y muy ricos, con lo que merece la pena probarlos. Interesante carta de vinos. Nosotros tomamos una copita de K-naia a 2,50 la copa.
Un lugar pequeñito que pasa desapercibido, con una localización inmejorable, muy cerca de la Catedral. Todas las tapas que probéis os van a gustar. Así que dejad prejuicios atrás sobre los “bares de guiris” y haced una parada gastronómica en este local donde se combinan creatividad y tradición en la zona más bonita de la capital.
